◐ Capítulo 5. ◑

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Tras dejar a aquel chico en el hospital cuyo nombre era Park Seong Hwa, según el carné de estudiante, Minji y Jaehyun se fueron sin dar ningún tipo de explicación de más. Los policías habían abierto un caso para investigar lo sucedido.
Minji suspiró y miró a Jaehyun mientras éste se acercaba al coche.

—¿Por qué lo has salvado? Es...—.Jaehyun se apoyó en el coche mientras trataba de pensar con claridad lo sucedido.

—Minji, sigue siendo un maldito humano, ¿Es que acaso no sabes que el simple hecho de atacar a un humano, basta para que te maten? Aunque tú no hayas sido la culpable de que casi muera, te recuerdo que casi lo matas. ¡No importa que sea cazador o lo que demonios sea! Joder...han pasado siglos y parece que aún no te aplicas el cuento. —.Dijo Jaehyun totalmente molesto para subirse al coche. Minji en cambio se mordió el labio inferior bastante molesta por el comentario de Jaehyun, aunque sabía que en cierta parte tenía razón.

—¡Simplemente no estoy de acuerdo con que nos quiten la libertad que teníamos!—. Jaehyun bajó la ventanilla del coche y miró a Minji fijamente.

—Seguimos siendo libres, lo único que ha cambiado es que ya no hay guerras y vivimos en paz junto con los humanos y licántropos. ¿Eso no te parece una total libertad? —. Minji miró desganada a Jaehyun mientras entraba en el coche pegando un portazo.

—Me parece bien que haya paz, simplemente no me agrada que prohíban lo que es nuestro, la sangre humana y territorios que se nos han quitado...—.Jaehyun rodó los ojos nuevamente y la miró divertido.

—Hay todo tipo de sangre de animales incluso hay pastillas que sustituyen la sangre y va fenomenalmente. ¿No es maravillosa la evolución? Por que sin duda a mí me parece lo correcto y lo justo.—. Minji no volvió a reprochar nada más mientras miraba por la ventana del coche el cielo ya oscuro y nublado.

—Azeman...está de vuelta. —. Susurró Minji a lo que Jaehyun frenó bruscamente. Minji maldijo a Jaehyun por aquel frenazo que casi la deja con el cuello dislocado.

—¿Que acabas de decir? —. Minji suspiró y se cruzó de brazos con una sonrisa.

—Oh cierto no te conté el reencuentro que tuve con él, principalmente aquel cazador iba a ser su comida, así que....prácticamente le salvé la vida...Tsk.—. Minji chasqueó la lengua molesta al acordarse de aquello.

—¿Así que él atacó al chico? —.Minji negó y miró a Jaehyun nuevamente.

—Fueron unos chicos de otro Instituto diferente al mío...aunque ahora que lo dices...¿Por que Azeman ha vuelto y por qué escogió a aquel cazador?—. Jaehyun cerró los ojos y suspiró pesadamente.

—No lo sé...pero debería reunir al concilio y hablar de ello urgentemente, Azeman no es un ser cualquiera...mierda —. Y Jaehyun tenía toda la razón, Azeman era una bestia capaz de devorar 3 cuerpos al mismo tiempo. Desapareció hace siglos, poco después de que anunciaran a Jaehyun como heredero al trono. Mucha gente decía que había huido por miedo al nuevo sucesor o que simplemente había muerto. Ninguna de las dos cosas era cierto, sólo rumores sin sentido alguno.

Azeman además de ser un ser solitario, no pertenecía a ningún bando en concreto simplemente lo rechazaron por ser diferente, por ser dos especies en vez de una sola. Él era el fruto de una vampira y un hombre lobo que se enamoraron y tuvieron al tal conocido Azeman. La gente maldijo a la familia y al niño quién acabó solo ya que quemaron a su familia y su hogar, convirtiéndose todos los recuerdos en cenizas. Nadie sabe nada más acerca de él, era todo un misterio, incluso podría decirse que jamás nadie vio su verdadero rostro sin aquella máscara.

Al llegar a la casa de Minji, ésta salió rápidamente del coche mientras Jaehyun estaba bastante confuso por el comportamiento tan repentino de la rubia. Decidió no prestarle importancia y dirigirse a su casa para hablar con su padre de lo sucedido, omitiendo la parte de la rubia.

Su padre estaba en su oficina leyendo un libro cuando su querido hijo entró sin avisar.

—Jaehyun, ¿Cuantas veces tengo que decirte que tienes que llamar antes de entrar? —.Dijo su padre seriamente a lo que Jaehyun se disculpó.

—Lo siento padre...es algo urgente...se trata de Azeman. —. Automáticamente el rey soltó aquel libro y miró a su hijo fijamente para procesar bien lo que había escuchado.

—Sabía que algún día volvería...pasa—. Suspiró pesadamente mientras se levantaba de su gran sillón. —Mañana por la noche reuniré a todo el concilio de vampiros y hablaremos sobre esto. Hasta entonces ni se te ocurra hacer alguna tontería, por favor. —. Jaehyun simplemente se dedicó a asentir, ya que su padre sabía que muchas veces su hijo se metía donde no le llamaban, aunque fuera para ayudar pero solía ser cómo el decía, imprudente.

Jaehyun hizo una reverencia antes de salir pero su padre le llamó.

—Hijo a todo esto...tu madre y yo estamos de acuerdo con que necesitas una buena esposa para mantener el trono fuerte y firme, así que sería también buena idea buscar varias candidatas. —.Jaehyun miró a su padre con un semblante serio mientras en su cabeza hablaba consigo mismo por que el día que más quería evitar había llegado.

—Está bien. —. Dijo Jaehyun lo más frío posible antes de desaparecer por el gran pasillo.

El tener una esposa no implicaba amarla o engañar sus sentimientos, él tenía claro que seguía queriendo a aquella humana a pesar de tanto tiempo, pero era su deber como príncipe y tenía que cumplir.

En cuanto a Minji, bueno se encontraba en una situación bastante catástrofe en aquel momento. Sus dos hermanas estaban discutiendo sobre uno de los chicos que habían conocido aquél día en la casa del rey vampiro y para colmo las dos se habían fijado en el mismo.

—Con permiso me voy a mi cuarto...paso de escuchar esa clase de tonterías.—. Sonrió bastante molesta la mayor, levantándose de la mesa en dónde estaban mientras sus hermanas la miraban fijamente.

—Minji, ¿Acaso....te has enamorado alguna vez ? —. Preguntó Bora en un tono confuso y a la vez sarcástico. Minji se giró y la miró mientras sonreía de lado mirando lo tontas que podían ser sus hermanas.

—¿Acaso eso importa? La verdad es que ni lo recuerdo, pero podría ser. —. Soltó una risa malvada mientras subía por las escaleras bastante divertida, aunque hablando de amor, ¿Alguna vez se había enamorado? La respuesta es no, nunca se sintió tan atraída por ningún hombre, quizás por que todos eran unos malditos pervertidos que solo buscaban sexo. Pero si hablamos de atracción, por primera vez sintió algo aquella vez que Jaehyun la rechazó, a pesar de sentirse dolida, le había extrañado aquel comportamiento por parte de él. ¿A eso se le llama caballerosidad?

Minji se sentó en su cama mientras pensaba en aquél castaño y en su sangre. ¿Que tiene tan especial él y no los demás? ¿Por qué tenía esa necesidad de rechazarle y llevarle la contraria? La verdad es que le encantaba molestar al príncipe y para colmo quería seguir haciéndolo, era su nuevo hobbie que a pesar de odiarle a él y sus estúpidas reglas, la volvía completamente loca sin ella saberlo.

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