◐ Capítulo 2. ◑

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Esa misma noche Minji llegó molesta a su casa, aquel idiota de Jaehyun había provocado que le sentara mal su pequeño "aperitivo". ¿Por que demonios tenía que intervenir en el mejor momento? Maldecía el momento que se le ocurrió beber la sangre del chico en aquél bosque en vez de aprovechar y hacerlo en su coche mientras estaban en un mirador cómo él había sugerido.

Obviamente la rubia no se arrepentía de aquello, el idiota había tenido su merecido, además no era alguien muy relevante en su nuevo instituto, simplemente un idiota más de la multitud que nadie echaría en falta.

Se quedó esa misma noche en vela ya que aún no se había acostumbrado al horario de los humanos y por supuesto que al día siguiente se quedó dormida las 2 primeras horas. Recibió varias broncas por parte de los profesores y no le quedaba más remedio que disculparse con una sonrisa totalmente falsa. En el descanso se juntó con la única vampira que había conocido y amigado con ella, obviamente no eran aún muy cercanas y no pensaba tampoco en contarle su vida y las travesuras que ella solía hacer. La chica de pelo corto y castaño, Lee Na Gyung se sentó al lado de su nueva amiga mientras le hablaba animadamente a la chica rubia, contándole cosas irrelevantes mientras ella se dedicaba a asentir y hacer como que la escuchaba, hasta que su vista se posó en aquel humano solitario.

Na Gyung se giró algo confusa y miró al chico quién estaba recibiendo varios insultos de un grupo de chicos bastante popular según había oído. Minji sonrió para si misma mientras ideaba un plan. Si, eso que estaba pensando era de ser una zorra, pero no le importaba, si lograba acercarse al chico podía alimentarse las veces que ella quisiera. Ésta vez no tenía pensado matar a nadie por supuesto, pero según la sangre y la resistencia del chico podría morir o no.

Se levantó de su sitio dirigiéndose al grupito de idiotas. Examinó rápidamente antes de estar enfrente de ellos y sonrió sarcásticamente.

Podría matarles sin que ellos se diesen siquiera cuenta...—.Pensó mientras miraba al chico que le había tirado la leche encima al pobre chico indefenso. Éste simplemente se quedó parado sin hacer o decir nada mientras Minji les estaba desafiando con la mirada.

—¿Por que no os metéis con alguien de vuestra altura? —.Los chicos inevitablemente rieron ante aquello que había soltado la rubia.

—¿Hablas de ti? Por que lo único que veo es un tremendo pivón que quiere captar toda la atención...—.Sonrió el chico que previamente le había echado la leche al chico.

Minji sonrió y le dio un puñetazo a aquel idiota que hizo que cayera al suelo totalmente k.o.

Todo el mundo se quedó en silencio contemplando aquello al igual que el chico al que acosaron, quién tragó saliva.

—Bueno, pues ésta pivón, no es solo una cara y un cuerpo bonito, animal. La próxima vez me aseguraré de dejarte sin dientes. —.Agarró del brazo al chico y lo arrastró con ella hasta la salida de la cafetería.

Se detuvieron en algún lugar algo apartado en donde prácticamente no había casi nadie alrededor. Minji miró fijamente al chico sintiendo un olor peculiar y no era sólo por su sangre.

—Gracias aunque...—. Minji agarró bruscamente de la camisa al chico y lo miró a los ojos fijamente.

—¿Eres un licántropo verdad? —.El chico abrió los ojos sorprendido por aquella reacción tan repentina mientras tragaba saliva bastante nervioso.

—Yo...—.Minji le interrumpió acercándose a su cuello para olerlo mejor.

—Apestas a puto perro. —.Soltó al chico quién se tambaleó perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo. Minji se pasó una mano por el pelo frustrada. —Para ser un puto licántropo eres demasiado débil, que patético.—.Soltó mientras reía del pobre chico quién ya se había incorporado y estaba totalmente avergonzado.

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