Tenía tantas ganas de que llegara el viernes, hace que me ponga de buen humor, aunque supongo que es porque es uno de mis días favoritos de la semana, solo tengo tres clases y encima empiezo más tarde, así que puedo dormir un poquito más.
Para mi sorpresa al entrar no veo a casi nadie y eso me satisface, no porque no venga nadie sino porque por primera vez un muchas semanas llego antes de tiempo, busco por el aula a Gina pero no la encuentro.
Camino hasta los asientos del medio y me acomodo en uno de ellos, aprovecho para mirar el móvil mientras hago tiempo hasta que Dolores llegue.
Tengo un mensaje de Tesa;
Teresita: Hola guapa, vas a ir a comprar cuando salgas o te acompaño yo a la tarde??
La respondo que seguramente vaya por la tarde y apago el móvil justo cuando Dolores entra y empieza con su charla matutina, es de las pocas profesoras que no soporto. Es mayor e irritante, juzga con la mirada cuando algo no la cuadra, ya sea tu forma de vestir, de expresarte... Siempre va con esos trajecitos que me recuerda a las azafatas del un, dos, tres... responda otra vez.
-Buenos días chicos –examina la clase de arriba abajo y de lado a lado, con la cantidad de personas que entramos en esta clase yo ni me molestaría en hacerlo.
-Como bien recordareis de estos días, hemos explicado y analizado de que va y en qué consiste el Psicoanálisis de Sigmund Freud y los distintos puntos que engloba.
Mientras sigue hablando noto como alguien se sienta a mi lado, concretamente en el sitio de Gina, me giro para decirle a la muy perra que llega tarde pero no es ella, es Ethan.
-¿Qué haces aquí? –susurro.
-¿Qué voy a hacer?, lo mismo que tu.
-No te hagas el tonto que me has entendido perfectamente.
-Me apetecía sentarme aquí, el sitio estaba vacío y que yo sepa no es de nadie. –me mira -¿Pasa algo?
-No, pero preferiría que no estuvieras –le sonrío lo más falso posible.
- Te pongo nerviosa
-¿Qué? –no entiendo a que viene eso.
-Que no quieres que me siente a tu lado porque te pongo nerviosa dulzura.
-Ja, más quisieras tu –me acerco más a él para que me escuche bien.
-Nervios no me produces pero un tanto de repulsión si –alguien nos manda callar desde atrás, así que doy por finalizada la conversación.
-Bueno, después de todo esto, voy a ir al grano, he decidió que tenéis que hacer un informe sobre el psicoanálisis y entre parejas quiero que os psicoanalicéis y hagáis un informe aparte. Este trabajo valdrá la mitad de la nota del semestre. –Concluye mirándonos fijamente a nosotros dos.
Ethan me da un suave codazo para llamar mi atención, giro la cabeza y le miro.
-¿Qué quieres?
-¿Lo hacemos juntos?
-¿Qué?, ni de coña. – ¿Pero este chico que se ha pensado?, ¿no tiene a más tías a las que comerle la oreja?
Al parecer elevé un poco más de la cuenta la voz y llamo la atención de Dolores.
-Señorita Harper, ¿algún problema? –pregunta intercalando la mirada entre Ethan y yo.
-No ninguno –se adelanta Ethan – solo decidíamos como íbamos a hacer el trabajo, apúntenos juntos.
¿QUÉ NOS QUE? Dios este chico es imbécil a niveles estratosféricos.
-Perfecto García, el resto quiero que para antes de las doce tenga encima de mi mesa la hoja con el nombre de todas las parejas.
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Todo lo que quede de nosotros
RandomAtenas, una chica dura a la que le cuesta confiar en el resto por culpa de su pasado. Ethan, un chico guapo, popular entre las mujeres de su facultad y fácil de enamorar si es la correcta. Ella no creía que la vida pudiese cambiar tanto al conocer...