DIECISIETE

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Han pasado un par de semanas desde que Ethan y yo fuimos juntos al cine, la verdad es que estoy bastante confusa con todo esto. Me gusta estar con él, me gusta cómo me hace sentir, como me hace olvidar de lo malo cuando estamos juntos, el juego que nos traemos entre manos...

Me gusta, al menos un poquito y no quiero ni pensar en ello, se que no está mal y que Tesa tiene razón pero no está bien para mí, no quiero hacerle daño ni que me haga daño a mí. Me duele porque quiero poder pasar página y ser feliz de una jodida vez, pero nunca seré suficiente para nadie y solo les hago daño, hasta que encuentran a otra y me lo hacen a mí.

Escucho la voz de Tesa que irrumpe mis pensamientos, salgo de la cama y voy a su habitación, la veo en la cama con el teléfono y me uno a ella, me acurruco a su lado como pocas veces suelo hacer y miro su teléfono.

-¿Qué haces? –pregunto mientras me abrazo un poco a ella.

-¿Atenas estás bien? –aparta la vista del teléfono y me mira.

-Sí, ¿Por qué no iba a estarlo?

-Pues porque nunca vienes a mi cama y me abrazas si no es porque ya no puedes más con esto –da suaves golpecitos en mi cabeza.

-Tesa... ¿Qué me pasa? –siento ganas de llorar –Me gusta Ethan, pero no puedo permitírmelo, no puedo permitirme querer a alguien de esta forma.

Apaga su móvil y se gira para quedar cara con cara, me mira y pasa su mano por mi cara apartando los mechones que se han ido cayendo hacia delante.

-Atenas, eres mi mejor amiga y te quiero muchísimo y por eso siempre te intento ser lo más sincera posible, aunque te pueda doler. No puedes dejar de ser feliz por miedo, no puedes dejar de hacer cosas por miedo a enamorarte de nuevo, tienes que dejar de pensar que no eres suficiente, eres la persona más increíble que he conocido en mi jodida vida y Marcos no lo supo valorar y no es que no fueras suficiente para él, lo que pasaba es que a él le gustaba más las tías que a un tonto un lápiz –me limpia una lagrima con el dedo –Déjate querer, permítete querer, enamórate y se feliz siendo tu misma con la persona que tú quieras Atenas, deja el miedo a un lado, así solo vas a conseguir hacerte más daño. Si algún día necesitas está charla de nuevo por qué vuelves a pensar que no eres suficiente ven a donde mí y te la daré las veces que sean necesarias.

Me limpio las lágrimas mientras Tesa me abraza un poco más fuerte de lo normal.

-Te quiero –susurro contra su hombro.

-Y yo pequeña, y yo... -dibuja círculos en mi espalda.

Pasamos así unos minutos que parecen años pero que lo agradezco, sé que tiene razón y esto tiene que acabar, tengo que dejar de lado a Marcos y ser feliz. Puedo con esto y con más, soy Atenas Harper.

-Hoy es sábado de limpieza –sonrío mientras me incorporo de la cama.

-Hoy es sábado de limpieza y estas dos buenorras de aquí van a hacer un pedazo de concierto que los vecinos van a flipar –me imita Tesa y nos reímos.

Salimos ambas de la cama y voy directa a mi cuarto para coger el móvil, voy en dirección hacia el salón mientras me hago uno de mis maravillosos moños.

-¿Recogemos juntas? –pregunto mientras conecto el móvil al altavoz.

-Codo con codo.

Busco la playlist que usamos siempre para limpiar y le doy al play, hoy empezamos por el salón.

Empieza a sonar Idiota de DVICIO y Tesa se gira para mirarme y sonreír, es su grupo favorito y cuando ocurrió lo de Marcos hizo su propia versión de esta.

Todo lo que quede de nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora