Perdonen los errores. <3
—Adiós, Baji. —De mi boca se escapa una sonrisa leve, y me siento enternecido ante lo roja que está su nariz en consecuencia del frío, manchando con un poco de color el pálido lienzo que es su rostro en este momento.
—Nos vemos luego.—El acerca, deja un beso en mi boca, y me suelta las manos <Que en todo momento sostuvo> para volver a marcar distancia entre ambos. Le da un saludo a Takemichi con la cabeza, y vuelve sobre sus pasos en dirección a su moto, antes de subirse y darme una última mirada que correspondo en silencio.
Me quedó de pie en el mismo lugar, observándolo marchar sobre su motocicleta calle abajo, perdiéndose de mi vista, en dirección a la tenue luz del sol, que poco a poco se oculta entre los edificios viejos de la ciudad.
Pasos que se arrastran por la tierra de manera perezosa se detienen a mi lado, y un suspiro divertido, con una pizca de reproche, se cuela en mis oídos y el silencio.
—¿Te seguirá llevando a todos lados como un escolta?—Me pregunta. Despegó mi vista, y giró la cabeza para observarlo. Desde abajo, ojos azules me observan, y cabello rubio desordenado se mueve con la brisa del viento, bailando junto con el.
—Siempre me ha llevado a todos lados.—Contesto con simpleza, ladeando mi cabeza. Me hago ligeramente el desentendido, sin ganas de hondear en el tema. El no lo entiende, porque eleva sus cejas sin animos de terminar ahí la conversación, y presionar un poco más.
—Ya. Pudiste haber caminado hasta aquí, tu edifico está a tres cuadras.—Sus manos se encuentran detrás de su cabeza, y bosteza.—¿Cuanto tiempo seguirá vigilándote?—Muevo la cabeza lentamente, haciéndole entender que no lo sabía. Para mi, no es una vigilancia como tal. Suena demasiado posesivo e intenso, cuando se que sus intenciones sólo son asegurarse de primera mano que no me meta en problemas y nada más que eso.
—Si él se queda tranquilo asegurándose que estoy en donde y con quien le dije, estará bien. Si se siente tranquilo recogiéndome donde esté, bien.—Parpadea observándome, y su ceño se arruga levemente. Así es como también evitamos problemas entre nosotros. No tengo razones para ponerme como un gato furioso y negarme a que me acompañe.
—¿No es demasiado para ti? Te gusta tu independencia tanto como estar con el.—Se mueve en su eje, incapaz de quedarse tranquilo en una sola posición. Meto mis manos en mis bolsillos, para protegerlas del frío. Lo que yo quiero es lo que menos importa ahora. Mientras las cosas anden bien, estoy dispuesto a lo que sea.
—No sabes lo afectado que estaba al decirme como se siente cada vez que llegó golpeado. No quiero seguir jugando con sus nervios impidiéndole que cuide de mi. Para ambos es mejor de esta manera.—Le doy la espalda y hago un movimiento con mi cabeza para que camine conmigo. Avanzó hasta una banca, donde me dejó caer.
El río que hace días no era más que granizado, ahora está completamente congelado. Blanco entero, igual que el cielo.
—¿Y tu has estado bien? Digo, estás más animado, pero sigues ido.—Hago una mueca y suspiro, buscando que decirle entre el enredo de pensamientos y sentimientos que tengo.
Han pasado solo ocho días desde que hablamos las cosas con Baji. Puedo decir que todo ha ido bien. Bien, en el sentido de que no he vuelto a pelear con nadie, porque dejaron de hostigar a Kazutora. Bien, porque no he tenido que mentir más. Bien, porque no hemos discutido. Pero en lo que respecta a nosotros, se qué hay algo ahí trizado, y no tengo muy buena espina al respecto. Pareciera que estuviera a punto de ser quebrado por la presión. Y entre más días pasan, más siento que se aplasta.
Además de mi relación, algo en el aire no se siente bien. No se si solo soy yo, pero creo qué hay cosas que pueden pasar. Solo son presentimientos, porque en realidad no tengo muchas ideas al respecto.
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PETTING • Bajifuyu
FanficDonde Baji nunca murió, le confesó a chifuyu su amor, y su relación debe superar los peligros y secretos.