04

9.7K 797 1.3K
                                        


Perdonen los errores, tengo sueño <3


Al entre abrir los ojos solo me tope con oscuridad. Pude distinguir el techo de mi habitación siendo iluminado apenas por la luz de la luna. Gire la cabeza levemente, para poder ver al responsable de que me despertara y el dueño de ese pelo rubio y desordenado que intentaba escapar de mi cama. Chifuyu estaba sentado a la orilla y agachado, de seguro intentando alcanzar sus cosas del suelo.

—¿Dónde vas?—Pregunte con la voz ronca y adormilada. Enrolle mi brazo en su cintura para atraparlo antes de que si quiera se levantara. Pero de todas formas pego un salto y si no es por mi agarre, se cae abajo.

Se giró, dándome una mirada rabiosa.

—¡Baji, cabeza hueca. No asustes así a la gente!¿Quieres que me dé un infarto y muera?—Me grito muy irritado, dejando una palmada en mi brazo.—Cuando solo éramos amigos, no me golpeaba. Tampoco me importaba demasiado en todo caso.

—¿Creíste que era el coco acaso?—Me burle de él. Él mostró sus dientes arrugando la nariz.

—La cara ya la tienes.—Rodé los ojos ante sus insultos de preescolar.

Vi la hora en mi despertados mientras él intentaba quitar mi brazo. Eran las tres de la jodida mañana.

—Chifuyu—Gruñí—¿Qué haces marchándote a esta hora?—Pregunte con seriedad. Apreté el agarre en su cintura molesto, de tal forma que debido a mi fuerza él quedó sobre mi pecho. Chifuyu se recargó sobre sus brazos ya que ahora ambos estaban sanos, con mala cara por haber sido atrapado.

—Me iba a casa—Respondió, encogiendo sus hombros con algo de timidez, al mismo tiempo en el que cerraba sus ojos y abría su pequeña boca soltando un tierno bostezo. Sus mechones de pelo cayeron sobre su frente, y al abrir sus ojos, se encontraban llorosos.

Olvidando mi molestia por atraparlo escapando como una vil amante, pase mis pulgares debajo de sus ojos limpiando todo rastro de lagrimas. Chifuyu lucía como un cachorrito adormilado, demasiado lindo para mi gusto y cordura.

—¿Acaso te eche en algún momento? No recuerdo haberte pedido que te fueras alguna vez, para que siempre te estés escapando de mi lado.—Comente.—Aunque tampoco puedo obligarte a dormir conmigo si no quieres.—Yo siempre quería estar con Chifuyu, pero jamás lo obligaría a estar cerca mío si el así no lo quería. Se que, yo lo necesito a él más de lo que él me necesita a mi y lo entiendo, de todos modos él siempre ha sido más libre e independiente.

Además que siempre acataría lo que el me pidiera, y si él no lo hacía conmigo estaba bien, estaba en todo su derecho. Aunque la posesividad era una de mis cualidades, el siempre tendría la oportunidad de elegir lo que quisiese cuando se trababa de mi.

Chifuyu apartó la mirada luciendo avergonzando. No era sano que me lo quisiera comer a besos con tan solo mirarlo.

—No es que no quiera estar contigo, pero tu mamá siempre llega muy tamprano por las mañanas y me da vergüenza que nos vea durmiendo juntos, más aun después de que lo sabe todo.—El infló sus mejillas. Tome la manta de mi cama y las tire hacia arriba para tapar su espalda desnuda. Sonreí gustoso cuando él tomó mis manos y frotó sus mejillas en mis palmas como un gatito buscando cariño. Claro que yo le daría todo lo que él necesitara.

—Sabes que a ella no le importa. ¿O te da vergüenza mirarla a los ojos después de que me—El me tapo la boca con las manos, y a pesar de la escasa luz podía ver el rosado de sus mejillas.

—¿Sabes que? Si no vas a decir nada coherente, mejor cállate—Ordeno avergonzado. Solté una risa y completamente embobado por el, tome sus manos, más pequeñas entre las mías, y me dediqué a besar sus delgados y fríos dedos bajo su completa supervisión.

PETTING • Bajifuyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora