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Lamentablemente no era un individuo que cambiase drásticamente. Una vez tomada la decisión era imposible que se retractará, además de su gran coraje que le impedía a veces ver las cosas con claridad. Kurapika cuando se determinó por dedicarse a la venganza de su clan y a la recuperación de los ojos escarlatas, se obligó a guardar muchas cosas en su interior encadenándose a sí mismo. 

Decidió ser el último Kuruta con vida para no volver a repetir una tragedia similar. Para ello debía de dejar de ser mujer de una vez por todas. 

A su favor sus amigos si es que lo notaron guardaron su secreto, lo trataban con respeto y le confiaban sus vidas. 

No debo concebir una vida como mujer, nunca, jamás

Sin mucho esfuerzo ya que poseía características andróginas, bastaba un poco de ropa ancha en capas, un perfume tosco para cubrir su olor y no dejar crecer demasiado su cabello. 

El sol le dio de lleno en el rostro, aquel archipiélago al que se dirigía no era ni remotamente similar a la ciudad donde se empleaba como cazador de lista negra. Se estiró perezosamente, es un viaje largo pero para su fortuna ya estaban llegando. En un principio le inquieto el número de cazadores que se dirigían a la misma zona, sin embargo "él" y ellos tenían objetivos muy diferentes, eso era calma para su mente. Disfruto de la brisa de mar con una semi sonrisa, por fin iba a recuperar un par más de ojos de sus compañeros, por su puesto sin correr muchos riesgos ni poner la vida de sus compañeros y la suya en juego. Estaba un paso más cerca de cumplir con su cometido, sin lograr ninguno de los dos sentía que no podría vivir en tranquilidad, como podría sobrellevar una vida en tranquilidad con tal peso en su conciencia. 

El vendedor de los ojos escarlatas quería venderlos rápido, contó la historia, que los obtuvo en un trabajo hace un tiempo y por falta de liquidez contacto a Neón, que bien es sabido que la chica es una coleccionista de  partes del cuerpo humano y trató con ella un precio justo separado de las subastas, llegando a una grata negociación por ambas partes. Su trabajo solo constaba de concretar la transacción y verificar la historia junto con la verificación de los ojos. Un trabajo sencillo y lejos del peligro.

Después de lo Yorkshin postergó su búsqueda de venganza por un tiempo. Ahora concentraba la mayor parte de sus energías en refinar su nen y hallar los ojos de su clan caído. Neon era muy flexible y estaba muy interesada en la adquisición de los ojos escarlatas. 

La morbosidad de su jefa le era beneficiosa para su causa en este momento.

Después del desembarco paso por el registro de ingreso a la primera isla, Kurapika constaba solo de su licencia, no fue mucho lo que pudo hacer ya que no era el único cazador en el lugar, de hecho era uno entre muchos. Algo pasaba en este archipiélago de los contrario no habría tantos de los suyos reunidos. 

El barco que lo trajo demoraba tres meses en volver, en otras palabras sino terminaba hoy, tendría que quedarse tres meses en esta dichosa isla. Debía apurarse. 

Buscó ropa, un atuendo local para moverse rápido, debía hallar al propietario de los ojos y terminar con su negocio. 

El puerto era la única gran localidad pero su tamaño solo alcanzaba para una pequeña ciudad portuaria nada más. Yendo al interior de la isla solo había pequeñas aldeas, no le tomo mucho tiempo darse cuenta que estaba en la isla incorrecta del archipiélago, la primera isla no era el sitio de su objetivo. Aún no era medio día, si solo se apresuraba tal vez, sin embargo en lo que retornó al puerto el barco por donde llegó ya no estaba. 

Tres meses varado en la isla, fue como un balde de agua fría.

Algo raro pasaba y esta cantidad excesiva de cazadores, le estaba poniendo nervioso. Debía haber una buena razón.  

Cadenas del corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora