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Tomó su tiempo viajando y desapareció del plano para hacerle una visita rápida a Leorio, confirmó para que eran realmente los medicamentos que le recetaron y consiguió una segunda opinión de su estado real físico, efectivamente estaba embarazada y sufría de una ligera anemia. Todo sin que lo notará su amigo, le contó de sus planes por obtener una casa y le invito de antemano. 

Con una mente más ligera Kurapika fue a Yorkshin con su jefa de regreso a su trabajo, durante el viaje en zepelín contactó con sus amigos. —Isla ballena— ese era el nombre de la isla de donde venía Gon. Las unas de las palabras de Hisoka le hicieron eco, que sería algo muy bueno que el niño creciese en un lugar para convertirse en un niño alegre como lo era Gon. Eso no le molesto, de hecho le ayudó precisamente en lo que le angustiaba.

¿Dónde? En isla ballena. No era un mal plan.

Con su cabello rubio amarrado y con gafas oscuras redondas y vestido de mujer, puntualmente ropa negra y un gorro. Llegó a las oficinas del grupo de Neon, debía ser el doble de cauteloso ahora que los miembros de la araña irían por él y estaba embarazada. Cargó consigo el maletín con el frasco de los ojos rojos junto con el dinero de regreso, la transacción no fue efectuada. Por fuera solo era una dama que se alojaria en una habitación.

—Jefa estoy de vuelta— se anunció golpeando la puertas dobles y abrió justo en el momento que la muchacha saltó a sus brazos.

—¡Genial— Movió los dedos, estaba emocionada por los ojos y por ver al líder de sus guardias de vuelta luego de darlo por muerto. —¡Oh, te ves tan bien!— dijo encantada.

Kurapika iba a devolverle el dinero de la venta fallida pero Neon levantó la mano sin importarle, solo recibió los ojos, iba a guardarlos en la caja de seguridad enorme en su oficina.

—Pasaste por mucho, tómalo como un bono. Lo mereces— Kurapika iba a declinar pero ella frunció el ceño amenazando con hacer una pataleta sino aceptaba.

Suspiró —muchas gracias, aunque no lo merezco.

—Tonterías— río contenta, no estaba herido. Su bello rostro estaba impoluto, solo le notaba muy pálido.

—Hay algo muy importante que dedo contar— presentó la hoja con su examen de embarazo. —De momento me ocuparé de todo para preparar mi ausencia si me lo permite.

Ella agudizo su vista viendo en detalle el papel en sus manos, era considerada siempre como una niña tonta pero no lo era por completo. —Esta bien, sin embargo si te sientes mal o no puedes continuar con tu trabajo lo dirás inmediatamente— habló con suma seriedad. Alzó la voz —Senritsu.

La mujer de pequeña estatura entró haciendo un ademán.

—Dime que escuchas en Kurapika.

El oído de Senritsu escuchó de inmediato la vida nueva, se tapó la boca con emoción. Neon suspiro algo molesta —Haa... Con que mis mejores elementos son mujeres. Bueno, se que es una cuestión personal pero ¿Por qué debes tenerlo?

Se contrajó con la pregunta —Yo no creo que tenga otra oportunidad de... Jefa es cierto que no es planificado, de hecho no iba a... — su jefa levantó las manos para que se callará.

Con eso fue suficiente.

—Tomaste una decisión por lo que no vayas a decir que no lo quieres justo ahora, porque el niño puede escuchar. De ahora en adelante debes ser una mamá feliz. No te saltarás las comidas, ni los descanso ¿Entendido?— Asintió sintiéndose reprendida. Neon juntó los dedos —Bien, ahora lo más importante ¿El padre es guapo?— Se subió al escritorio moviendo los pies como una niña.

Cadenas del corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora