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Recibió una llamada, tapo su boca para ocultar un bostezo, se levantó antes para preparar la descomunal rumba de comida para el desayuno. Los niños comían demasiado. 

<Es Illumi>  No tenía que decirlo pero de igual forma se lo decía. La estrambótica relación de amistad entre los dos era de esa naturaleza. 

<Lo sé, sucede algo> Habló despreocupado. 

<Llamaba para saber si estas vivo> Hisoka notó algo inusual, en toda regla quien llamaba primero era él y lo segundo Illumi jamás demostraba o insinuaba una intensión por lo el simple hecho de que estuviera llamando demostrando la más ligera preocupación era peligroso. 

En medio de la breve comunicación Isoka unió los puntos inusuales en su aocada mente. Antes de enfrentarse a Chrollo, vio que ese había reclutado a Kalluto el menor de los Zoldicks, también en Yorshin contrató a Illumi por un consejo suyo. No era un asunto descabellado pensar así.

Sujetó su frente, él mismo los juntó. No debería de sorprenderse. Eso era una muy mala combinación justo ahora, aunque era muy entretenido para su antiguo yo. Si tanto solo ahora no tuviera responsabilidades paternales, con mucho gusto jugaría este juego con ellos.

<Estoy vivo, dile a Chrollo que pronto iré a hacerle una visita "especial" a él y a todos sus miembros> Dijo con especial tono sanguinario grotesco y no alcanzó a frenarse lo suficiente antes de escuchar unos pasos detrás de él.

Illumi abrió sus ojos negros de perturbado, gratamente emocionado ya que era impresionante su habilidad de análisis del auto proclamado amigo, aunque esperaba que no estuviera en condiciones de percibirlo, no se supone que se encontraba con su vida pendiendo de un hilo y su mente tan turbia que le sería imposible de sacar una buena deducción en el momento. Por muy imposible que fuese, si encontró a alguien que le reparara más allá de lo irreparable, dicho especialista no podría salvaguardar su precaria mente, no había ningún modo. Esto era imposible.

Miró su celular, tampoco le era posible rastrear su ubicación, sacudió su cabeza.

<¿Todos sus miembros?> Al asesino se le heló la sangre en anticipación por un gran encuentro. 

<Si, eso te incluye> Illumi silbo, esa era una gran amenaza <Bien, estoy ocupado ahora debo prepararle el desayuno a mis hijos>

Illumi entornó los ojos. El mago desquiciado seguía con esa tontera de la familia feliz ¿Qué le pasaba esta vez? ¿No era que la mujer se le había escapado por segunda vez? <¿Sigues con eso?> Lo trato en un tono sin paciencia.

Hisoka le cortó, se volteó para ver quien le estaba escuchando sin siquiera esconderlo. Rois estaba sentado en la mesa mirándolo fijamente. Hizo un trabajo enorme en no sonreír. 

—¿Amigo?— Le hizo una pregunta casual.

—Si... — No lo dejó continuar. 

—Mamá dijo que solo tenías un amigo porque estabas loco— ahora que lo veía, pues si le parecía alguien extremadamente loco. De hecho su madre fue algo humilde al describirlo tal vez hasta un poco generosa. 

Se picó la mejilla —puede ser— al parecer no le mintió a los niños.

—También dijo que eras más fuerte que ella. 

Hisoka ladeó la cabeza tal vez en eso estaba discrepando, Kurapika en este momento era un usuario de nen completo. —Solo tengo más experiencia.

Rois apretó sus manos, porque los dos ocultaban que tan fuerte eran en realidad, los dos emitían potentes energías a través de sus cuerpos, sus habilidades eran difíciles de imitar, y eso que no los había visto emplear más que una pequeña parte de su verdadera fuerza. —Mamá dijo que nos enseñarías nen. 

Cadenas del corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora