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El resto del día Hisoka se mantuvo como un cachorro meneando la cola al lado o cerca de su ama, lleno de expectativas y esperando por atención. No siempre se sentía tímido aunque debía admitir que se sentía inseguro al tratar con ella. Acudió a la entrevista con Senritsu dejando de lado su inquietud y volviendo ser el mismo de siempre, por otro lado ayuda bastante se el más sobresaliente del grupo. 

Era un hecho que se lució más que cualquiera de los candidatos, no fue hasta que se terminó la entrevista que la usuaria nen le llamó para hacer una pregunta en solitario. 

—¿Por qué aquí?

—Es una buena oportunidad de generar ganan... 

—Es mentira. Cada una de las respuesta que me dio fue una muy linda mentira— la mujer maldita meneó su dedo al ritmo del palpitar mentiroso de Hisoka. —Lo único genuino en su entrevista es que si quiere estar aquí. Entonces le preguntó porque quiere el trabajo. 

Hisoka miró a la puerta si mataba a esta extraña mujer tal vez igual consiga el trabajo. Vio como esa persona se puso a la defensiva y se sintió intrigado, sonrió a gusto. —Quiero estar cerca de alguien. No me necesita o al menos eso me dice. 

—¿De qué sirve contratarlo si se irá con "esa" persona?— Estaba acechando a alguien. Esperaba que no fuese su jefa.  

Hisoka se reclinó hacia atrás —les falta personal ahora ¿No? Por otro lado si me iré, sin embargo puedo volver con más flexibilidad cuando sea necesario. 

Kurapika entró en la oficina y frunció el ceño al ver a Hisoka allí. —¿Aún no terminan las entrevistas?— Hisoka se puso de pie de inmediato, quería ir con ella.

Negó —este es el ultimo—. Sintió ese tamborileó afectuoso, pestañeó algo incrédula por la revelación, entonces estaba acechando a su amiga. 

—Es un mentiroso patológico, no lo contrates— estaba muy seria. 

—Si lo se, pero es muy bueno tanto que es escalofriante— le hizo un ademán para que saliera, quería conversar con su amiga a solas. —Hisoka Morow puede salir, esta contratado. Tomo una decisión basando en la conveniencia.

Kurapika se golpeó el rostro. Escucho el apellido "Morow", ese maldito. Ese dinero era de él.

—¿Es él?— Era una suposición rápida. Kurapika solo admitió que se trataba de un hombre guapo y fuerte, este encajaba perfecto y con excedentes en tan limitada descripción, aunque estaba lejos de ser el tipo ideal de persona de su amiga. 

—Esperaba tener paz en el trabajo— se sentó en el sofá, desplomándose moralmente. —Ah sido mi sombra todo el día. 

—Tal vez quiere hacer su parte— Senritsu se lo tomó a la ligera, aunque comprobó que era muy escalofriante, en cuanto ella se lo puso difícil no dudo en querer matarla. Eso decía bastante de su personalidad.

—Para nada, le dije que iba deshacerme del bebé. No puede enterarse— expuso molesta por no saber que bicho le picaba ahora. Senrtisu le dio una taza de té de frutas, le dio una gran inhalada al aroma, era muy apetecible. 

Su amiga se sentó al frente con su taza en las manos y meditó con su absurda calma —¿Sabe lo de tu clan?—. Asintió, consideró que debía de tener muy buena percepción o estaba verificando si todo era normal. —Me parece que solo esta tratando de permanecer a tu lado. 

Senritsu tenía un punto, era algo muy creíble tan solo si fuese una persona con un sentido normal de la realidad no alguien tan distorsionado como él.

Cadenas del corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora