Viajo a tiempo para finalizar su contrato con la familia Nostradame, despedirse de su amiga y jefa. Senritsu le aseguro que en las próximas vacaciones iría con ella. Pretendía viajar ligera pero no se lo permitieron, luego de moverse estratégicamente arribo a la isla.
Los isleños y los pescadores rápidamente la reconocieron y comenzaron a darle la bienvenida.
—Tus amigos estuvieron en tu casa.
—Oh si, se los pedí para conocieran a mi Ro— los rostros de las señoras se ablandaron rápidamente al nombrar al bebé.
—Es bueno que hayas vuelto, estos son los mejores momentos de un niño, vas a perdértelos.
Ella dijo de pronto con mucho orgullo —renuncie, me quedaré hasta que crezcan.
Las señoras la felicitaron por la decisión pero una más astuta descubrió pronto lo que dijo. —¿Traes otra bendición?
Se avergonzó de pronto por ello. —El padre es persistente— soltó tratando de esquivar una mala impresión pero todo lo contrario las mujeres festejaron, para ella algo que no era un logro ni un merito.
—Tienes que decirnos como es para avisarte si llega pisándote los talones.
Solo lo pensó un momento. Esa cara de sin vergüenza sonriente se gravo en su cabeza. —Bueno destaca porque es muy alto y extravagante, tiñe su cabello por lo que nunca trae el mismo tono en su cabeza. Es una versión adulta de Rois— dijo tratando de disculparse, decirle como lucía no iba a llevarlas a ningún lado, podía cambiar de pronto su estilo o su aspecto por su naturaleza caprichosa. —De igual forma no vendrá, tiene cosas que hacer.
Las señoras comentaron antes de dejarla ir y la llenaron de preguntas como ¿Qué tan alto es? ¿Color de piel? ¿Ojos? Entre otros.
Se vio respondiendo a la curiosidad de las mujeres hasta que Mito llegó con ella, se largo a reír. Ya le habían avisado que estaba en la isla y trajo con ella a Rois. Kurapika lo tomo por fin en sus manos, el niño ahora mucho más grande extendió sus brazos con sus ojos dorados llenos de ilusión.
En su casa sentada en su sillón con su hijo dormido en su regazo, suspiro aliviada. —Pensé que no me reconocería.
—Como crees. Preguntó por ti cada día y cada noche— Mito dijo contenta de verlos juntos. a diferencia de su primo que dejo fácilmente la isla vio como Kurapika le costo realmente largarse pero ahora estaba devuelta. —Cuando llamabas para saber de él, se quedaba pegado escuchando tu voz.
—Muchas gracias por todo, yo no se como...
—Olvídalo, prometí ayudarte. Eres madre soltera, quería echarte una mano. No es fácil ser mamá de un momento a otro.
La conversación se extendió pronto a una invitación a cenar y luego a pasar la noche en casa de los Freecs. Durmió plácidamente con su hijo en sus brazos, lo que no esperaba que el niño despertará antes que ella, se sentó a su lado y le picó la cara para ver si era real.
Esta persona es real. Su familia, su única familia por fin había vuelto.
Mito abrió un poco la puerta y lo llamó —deja que duerma, ven voy a darte el desayuno.
—¿Mi papá esta cansado?
—Es tu mamá.
El niño volvió la cabeza atrás —¿Mamá?
Al despertar bajo al primer piso, agradeció nuevamente con sinceridad y se llevo a su pequeño niño a su casa, sin prisas lo observo caminar y corretear el corto trecho entre casa y casa. Una vez allí había que recoger el polvo acumulado y ventilar muy bien, se mantuvo ocupada haciendo mantención mientras que Ro le contaba todo clases de historias.

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Cadenas del corazón.
FanfictionOdía cualquier cosa que se entrometiera en el camino a su venganza sin embargo este era de su propia sangre. Kurapika decide hacer dúo con el personaje menos confiable posible solo para benefició mutuo y poder destruir de una vez por todas a Chrollo...