Me arrastró hasta adentro del palacio, parecía que el sabía cada rincón del lugar, pues me llevo a uno de los adentros más temibles y difíciles de acceder, una especie de calabozo llena de pasadizos secretos.
Caminamos de bajada un buen rato hasta toparnos con una puerta que al parecer era antigua, tenía unos pequeños agujeros dónde si te fijabas detenidamente podías ver a través de ellos.
-¿Qué hacemos aquí?- pregunté entre susurros.
-Platicar Sol, me intriga saber cómo has sobrevivido tantas semanas aquí.
-Mala suerte, supongo.
-Eres muy graciosa pero te estoy preguntando enserio.
-Primero deberías decirme tu nombre- Exigí.
-Me llamo...
Un ruido del otro lado de la pared interrumpió el momento, viendo por los agujeros, observamos como es que Afkiel iba bajando y con ayuda de otros empleados del palacio, se encargaban de traer a este lugar el cuerpo del monarca.
-Es una pena lo que pasó con su padre, lo lamentamos- dijo uno de los empleados.
-Gracias- un agradecimiento bastante frío sin detonar expresión alguna.
Observamos como dejaron al cuerpo del monarca sobre una especie de mesa, como de esas que encontramos en los hospitales.
-Pueden subir, quiero estar un par de momentos con mi padre.
Los hombres que trajeron el cuerpo asintieron y sin dudarlo dejaron el espació libre para que Afkiel pudiera gozar de su soledad.
El angel se encargó de analizar por completo el cuerpo de su padre, una sonrisa se pinto en su rostro, ese tipo de sonrisa sádica que aterraria a cualquiera.
-Por fin tienes lo que mereces "padre".
El príncipe no dudo ni un segundo, una de las heridas que le hizo fue un corte en el pecho, en este momento aprovecho la abertura de ese corte para meter su mano con fuerza y sacarle el corazón.
Quise gritar, un pequeño gemido de susto salió de mi boca pero el chico de la cicatriz se encargo de ahogarlo para que no fuéramos descubiertos, aunque por un momento Afkiel se alarmó.
Aún con el corazón en la mano, dió un pequeño recorrido por el lugar, llegando hasta la puerta desde la que estábamos observando.
Mi cuerpo comenzó a temblar y conforme me ponía más nerviosa de ser descubierta, el chico me apretaba más a su cuerpo para poder controlarme.
Finalmente vimos que Afkiel tiro el corazón al frío concreto y lo piso con fuerza para luego irse del lugar.
Apenas vimos que estábamos completamente solos, el chico de la cicatriz me soltó.
-Si que eres torpe Sol, casi nos descubren.
-¡Maldita sea! ¿Cómo esperabas que no gritara si el chico que me seduce desde que llegué aquí es un maldito enfermo?
-Es un sádico sin duda- comento restándole importancia a mis palabras.
-Dime tu nombre, ahora.
El chico sonrió ante mí exigencia y acaricio mi cabello con ternura.
-Judas.
-Como el traidor más grande de la historia.
-Sorprendente ¿No?, traiciono a seres celestiales, humanos y personas que amo.
-Comienzo a creer que todos los hombres en mi vida están locos.
-Te metes con un demonio, un ángel y un traidor ¿Cómo no estaríamos locos?- pausó un momento -Locos por ti quizá...
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El Sol Del Edén.
SonstigesCuando el sol iluminó el Edén, el monarca y su hijo jamás creerían que una mujer podría hacerlos arder de la forma en la que Sol lo hace. ☀️ Número 14 en #Edén 11-01-2022