Botas fuego

119 11 3
                                    

Judas.

Había jurado jamás volver al Edén mas que cuando consiguiera matar a su monarca, cosa que sucedió y no tuve que ensuciarme las manos en lo absoluto, sin embargo había una razón bastante grande para volver, una de cabello brilloso y un fuego en sus ojos que me hacia querer arder en el.

Mis allegados me decían que era una terrible idea, que no podía ir a la casa del lobo esperando no ser destazado como una oveja, que no debía enamorarme, pero maldita sea que el amor es un vicio y Sol mi droga favorita.

Aun recuerdo cuando la conocí, estaba tan asustada que en sus ojos se veía su humanidad, pero los ángeles son tramposos, entonces decidí revisarla yo mismo, tras ver que otros negaban que hubiesen encontrado alas en ella.
Efectivamente no las encontré, lo cual me causo confusión, ¿Qué harías una humana aquí? Decidí creerle, pues dijo "que estaba sobreviviendo" y es que, a estas alturas, cualquiera buscaría sobrevivir, hasta yo si estuviera en su lugar.

Ella era tan bella, que si hubiera podido la hubiera llevado conmigo desde el primer instante en que la vi, sin embargo no podía traicionar a mi raza ¿o si?, a este punto creo que traicionaría al mundo entero por tener a esa mujer a mi lado.

Y aquí estoy, trepando una torre enorme con la posibilidad de ser encontrado y asesinado sádicamente, arriesgando mi vida y la misión en ella solo por ver esos lindos ojos que botan fuego en ellos.
Toque la ventana y ella la abrió rápidamente, como si alguien fuera a descubrirnos, como si lo de nosotros fuese algo prohibido por la naturaleza.

—Buenas noches señorita Sol— le dije sonriendo
—No tengo mucha información, te arriesgaste en vano

Se le notaba molesta, y aunque no me gusto que fueran cortante, me gustaba estar con ella aun así.

—No vine por información— dije al sentarme en su cama —Vine a verte

—Si Afkiel te ve...

—No me importaría morir si la razón es venir a verte— me miro fijamente y se sentó a mi lado — dime, ¿Qué pasa?
—Ya no quiero estar aquí, no tolero a Lilith, Afkiel es un idiota y no puedo irme al infierno, le temo de alguna forma, tampoco puedo escapar
—¿Y por qué no? Yo entro y salgo cada que me viene en gana, y sigo vivo

—Aja, y suponiendo que me vaya contigo ¿Cómo mierda explicarías que hago yo contigo?

—Diré que eres una traicionera y que te matare como trofeo cuando esto acabe

—Aja y ¿Lo harás?

—Por supuesto que no Sol, fingiré que después de todo me enamore de ti y que tengo que protegerte, ellos tendrán que aceptarlo

—Esa idea la he probado y me ha ido de la mierda

No pude evitar reírme, ella tenía razón, a final de cuentas estaba en este enrollo gracias a eso, pero no la culpo, es coqueta por naturaleza, aun cuando es sarcástica y esta enojada la mayoría del tiempo

—¿Cómo han cambiado con todo esto?— preguntó mirándome fijamente

—¿Quiénes?

—Nuestra raza

—Tiene un par de semanas que las cosas se han complicado, desde antes del atentado, hemos tenido problemas para llevar una vida normal, incluso muchos han intentado venir y suplicar piedad, pero no han logrado ni siquiera entrar

—¿Crees que esto termine?

—Terminara cuando ambos seamos asesinados Sol, mientras, la guerra sigue.

Vi esos ojos lindos apagarse poco a poco y un par de lagrimas salieron de ella.

No podía ver a mi Sol llorar, la abrace y hice que cayéramos acostados en la cama

—Me quedare hoy— le dije —Necesito el calor de una dama que irradie fuego, y tu, Sol, eres llama pura

De alguna forma se acomodo para vernos de frente, estando a centímetros, juraría que mi corazón quería salir de mi cuerpo de tan acelerado que se puso.

—Judas...— hizo una pausa —No seas un traidor conmigo

Su petición me tomo por sorpresa, pero era entendible, en un lugar donde todos deseaban tu muerte de una u otra forma, lo que más querría a alguien es tener un poco de confianza en alguna otra persona

—Jamás te traicionare

Y es que era ahora o nunca, tenerla a centímetros de mí, donde su aliento combinada con el mio y su suave piel rozaba con mi cuerpo, al final somos humanos ¿no? Seres que siguen su instinto pasional y sus emociones controlan su vida entera.

Tome su rostro con mis manos, y clave mis ojos en ella, analizando cada detalle de su rostro, sus ojos, sus pestañas, su pequeña nariz y finalmente, sus labios.

Entonces la bese, esperando a no ser correspondido, sin embargo, lo fui.

Besar a Sol fue, esa sensación de calidez que te da cuando el sol sale y toca tu piel en una mañana fría, mientras jugábamos con nuestros labios y los instintos incrementaban, solo podía pensar en que, quiero ver cada amanecer con Sol y pasar con ella todo atardecer por el resto de nuestras vidas.

—Sol, jamás te pasara nada si estas conmigo

Ella solo se acurruco en mi pecho, y se quedo dormida, no paso mucho tiempo para que yo igual, me dispusiera a descansar.

Ella solo se acurruco en mi pecho, y se quedo dormida, no paso mucho tiempo para que yo igual, me dispusiera a descansar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

💗𝑰𝒏𝒔𝒕𝒂𝒈𝒓𝒂𝒎💗
@𝒊𝒗.𝒔𝒆𝒈𝒐𝒗𝒊𝒂

El Sol Del Edén.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora