Era temprano, el día aún no alumbra el Edén con su presencia y Afkiel ya había solicitado verme en la sala principal del palacio, a mi y a las otras "damas de compañía".
Estar parada en fila frente a él me hizo recordar la primera vez que estuve aquí, aquella vez en que Raquel me rescato, prometiendo que pronto este tormento acabaría, pero se complico, yo lo complique, y poco a poco veo más difícil solucionarlo.
Afkiel recorrió la fila, preguntando a cada una su nombre, era estúpido que lo hiciera, el sabia los nombres de todas de memoria, se veía patético fingiendo que era el primer contacto con ellas, a decir verdad, parecía una imitación barata de su padre.
-Dime tu nombre- le dijo a Lilith
-¿Vas a fingir que no me conoces después de que hace unas noches me tenias encima?- dijo burlesca
Apreté los puños con furia, me sentía la burla de ellos, me sentía un juguete de él, de todos aquí.
-Dime tu nombre- se acercó Afkiel a mí
Lo ignore por algunos segundos, el comenzaba a impacientarse y definitivamente me agradaba robarle un poco de paz en su ser
-¡Dime tu nombre!- Su voz era bastante seria y fuerte -¡DIME TU MALDITO NOMBRE!
-Tu astro favorito- escupí con sarcasmo
Relativamente me habia burlado de el, que aunque a mi me habia gustado sacar un poco del coraje que le tenia con esto, para Afkiel no fue nada agradable y lo dejo en claro cuando me sujeto de la muñeca con fuerza, haciendo que lo viera fijamente.
Sostenerle la mirada era un reto, sentia dolor en mi muñeca, tanto que podria jurar que si no rompi en llanto fue por el orgullo que hay dentro de mí.
Habia escuchado durante mi infancia que los ángeles eran fuertes, tenian el poder y la capacidad de partir a un ser humano en dos si ellos quisieran, no se que tan cierto era esto ultimo, pero definitivamente la fuerza que tienen ellos es excesiva comparada con la que tienen los humanos, al menos los que yo he conocido.
Una risa se escuchó de fondo, era Lilith, quien al parecer se burlaba de mí, por lo que el coraje recorrió mi cuerpo y en un descuido de Afkiel logré soltarme de su agarré.
-Vete a la mierda tu y ella.
Comencé a caminar fuera del salón, sentía las miradas de todas las chicas y la furia de Afkiel tras de mí.
Raquel solo se quedó petrificada viéndome, se que ella quería ir tras de mí, pero el comportamiento de Afkiel había sido igual al de su padre, así que ella no iba a correr el riesgo.
☁️☁️☁️
Tenía ya buen rato en los jardines del Edén, sentada en los pastizales enormes del paraíso, aunque me desconcertaba que las nubes se tornaran grises y el cielo estuviese oscuro a pesar de no ser tan tarde.
-Vine por tí- escuché una voz masculina y algo grave
Alce mi mirada y vi que Afkiel estaba parado junto a mí, extendiendo su brazo para que yo sostuviera su mano y pararme.
-Sol, va a llover ya vámonos.
-No- escupí con odio
-¿Qué dijiste?- pregunto Afkiel molesto y confundido por la respuesta
-Que no me iré contigo
Afkiel sujeto mi brazo con fuerza y me pegó a él, haciéndome soltar un quejido de dolor.
-Dije que nos vamos
-No, puedes irte a la mierda con Lilith y todas las damas de tu maldito padre
-¡No le digas así!- dijo antes de empujarme contra el suelo
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El Sol Del Edén.
RandomCuando el sol iluminó el Edén, el monarca y su hijo jamás creerían que una mujer podría hacerlos arder de la forma en la que Sol lo hace. ☀️ Número 14 en #Edén 11-01-2022