Piropos

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–... y entonces solo se fue, ¿puedes creerlo?, el muy maldito se largo dejándome con las palabras en la boca.

–Ajá.

–Pero entonces, cuando estaba apunto de rendirme y empezar a odiarlo, volvió a aparecer, y esta vez, ¿con qué crees?

–No se.

–¡Con café y donas!

–Mmm

–Lo se Nat, fue tan asombroso –dijo Tony en tono en soñador–. Steve se había ido porque fue por donas y café para mi, como muestra de su arrepentimiento, creo.

–Claro.

–Me pidió disculpas, dijo que no tenía el derecho de controlarme, pero que le diera la oportunidad de que él me cuidara.

–Umm

–Si, ¡y hablamos toda la noche!

–Genial.

–Lo se, y también dijo que jamás pensara que él esta decepcionado de mi, ¡porque no lo esta! –exclamó Tony suspirando, hasta que sintió sobre si la mirada entre burlona e irritada de Natasha–. Espera, ¿por qué me miras así?

–Tony Stark, el jodidamente caliente e inalcanzable Tony Stark, suspirando por alguien, jamás creí llegar a ver eso.

–¿Debo tomármelo como halago u ofensa?

–Como quieras –contestó la mujer encogiéndose de hombros–. Lo que me sorprende es que quieras seguir con tu disque “plan”, el cual, repito, es estúpido.

–¡Vamos! –exclamó–. Esta vez, no solo serán unas cuantas frasecillas, esta vez le daré con todo.

–Ay no –murmuró cansada Natasha–. Tony...

–Shhh, ¡mira! –señaló el castaño–. Ahí viene, actúa normal.

–Estas jodido Tony, totalmente jodido –susurró la pelirroja para si misma.

Por la puerta entró Steve Rogers, sonriente y relajado.

–Buenos días Tony –saludó al castaño con una sonrisa–. Oh, hola Nat.

–Hola Steve.

–Tony, ¿quieres que te prepararé algo de desayunar?

–Mejor dame un vaso de besos para calmar esta sed de amor.

–¿Vaso de besos? –preguntó extrañado Steve–, ¿qué es eso?, ¿es un pan o un tipo de bebida?

Natasha río.

–Si, bueno, olvidalo. –respondió Tony ignorando la indiferencia del rubio hacía su coqueteo y también la risa de la mujer–. Te tengo una propuesta Cap, porque no mejor en vez de que me hagas el desayuno, yo te lo invito –el castaño se paro derecho y preguntó–. ¿Quieres ir a desayunar conmigo?

–Oh –una sonrisa se extendió por el rostro del rubio–. Si, claro, me encantaría Tony.

–Pues bien, vamos Capipaleta.

Mientras ambos hombres salían, Tony volteo a ver a Natasha y le guiño él ojo.

Tal vez Steve Rogers fuera un bobo para entender sus piropos, pero no solo las frases conquistan, también lo hacen las atenciones.

Y Tony Stark sería él hombre más atento con Steve.

Porque él lo dijo.

Steve Rogers caería, si o si.

Y ninguna otra pelea lo evitaría.

Si no me llevan donas y café para hacerme sentir bien, entonces no quiero nada 😗✋🏻

Estos dos están para jalarse los pelos ¿no?

Derphs fuera. ♡