Piropos

21

Steve estaba nervioso.

Su mentira lo había llevado a donde estaba: entrenando con Tony.

–Entonces, ¿qué haremos? –preguntó el castaño tranquilo–. ¿Cuerpo a cuerpo?

Steve trago duro–. Si, claro, ¿por qué no?

“Porque no quiero tocarte”, pensó el rubio.

–Bien comencemos.

Y para sorpresa de Steve, Tony se quito la playera, quedándose con una camiseta que mostraba sus brazos, su piel bronceada, sus muscul-

–¿Te gusta lo que ves? –preguntó el castaño sorprendiéndolo aún más.

–¿Qué?

–Que si empezamos de una vez.

Genial, ahora estaba alucinando.

–Si, si, claro.

Ambos se acomodaron en la base de combate y comenzaron a pelear.

Tony no era muy fuerte, pero si ágil y observador, y gracias a eso, fácilmente pudo analizar los movimientos de Steve.

Steve por su parte era fuerte, pero estaba demasiado distraído pensando en que hermoso se veía Tony.

Hasta que terminó en el suelo.

–Pero que demonios... –dijo Steve extrañado, Tony le había ganado en un par de minutos.

–Lenguaje Capi –respondió Tony burlón.

Steve reaccionó ante eso, Tony le había ganado... Era de tomarse más en serio la situación.

–Revancha.

Tony volteó a verlo sonriendo y asintió.

Así, comenzaron otra ronda de combate, Tony se movía ágilmente entre el cuerpo de Steve, evitando que sus manos lo atraparan.

Y de nuevo, Steve quedó en él suelo.

–Revancha –repitió en un gruño.

Tony solo sonreía.

Steve volvió a parase y esta vez, más concentrado que nunca se dispuso a ganarle al castaño. Y observando las técnicas del castaño, rápidamente descifró su técnica de combate.

Tony estaba usando él movimiento Hammerlock, o “llave de martillo”, por eso lograba inmovilizarlo tan rápido. Pues doblaba su brazo contra su espalda y su mano era empujada hacía arriba, reteniéndolo. Esa técnica era una de las mejores en cuestión de la inmovilización.

Por eso, cuando Tony iba a volver a emplear dichos movimientos, Steve lo retuvo primero y lo dejó en el suelo.

Pero como era de esperarse, Steve jamás le haría daño al castaño, así que cuando estaba por caer, Steve lo sostuvo por la cintura para que no impactara en el suelo.

–Perdón –se disculpó el rubio bastante preocupado mientras lo dejaba ya en el piso–. ¿Estas bien?

–Si, tranquis Capi, estoy perfectamente bien –respondió el castaño–. Y más aún teniéndote así.

Hasta ese entonces, Steve tomó en cuenta de como estaban.

Él, arriba de Tony, con ambos brazos a cada lado del cuerpo del castaño, acorralándolo en el suelo. Steve se puso inmediatamente rojo.

Y tal vez debió haberse quitado, pero Tony lo sostuvo por sus hombros. Ambos se veían fijamente, Steve perdido en la mirada del castaño y viceversa.

–Ni en clase de álgebra me perdía tanto como en tu mirada –dijo el castaño, jalándolo lentamente hacía abajo, acercando sus rostros.

A centímetros...

–¡Mierda! –un grito y un golpe hicieron que ambos salieran de su estupor.

Era Clint, sobándose la frente.

–¿Quién puso esa pared ahí?

Steve, algo desconcertado, se levantó, ayudando al castaño a hacer lo mismo.

–¿Ahora que demonios quieres Barton? –preguntó Tony molesto por la interrupción.

–Es Fury, él, bueno él quiere verlos –dijo Clint nervioso.

–¿Qué?, ¿por qué?

–No lo sé, solo me mando a llamarlos –dijo Clint evitando mirarlos–. Los esta esperando en tu taller, Tony.

–¿Cómo entró?

–No lo se.

–Clint... –susurró Tony amenazante.

–Ya Tony, vamos –dijo Steve yendo a la salida.

–¡Pero Steve! –exclamó el castaño–. Algo aquí no cuadra.

–Vamos Tony, ¿qué cosa mala puede pasarnos?

“Muchas cosas, y más viniendo de Clint”, pensó Tony antes de seguir a Steve mientras miraba mal al arquero.

Estos dos... están acumulando demasiada tensión.  (◍•ᴗ•◍)

Y por cierto, muchas gracias Clint 😒

Se despide una Derphs bastante feliz.

Pd: ¡Estamos a nada de terminar!