Capítulo 8.

296 25 5
                                    

Salió a las cuatro de la tarde de la escuela, cansado, su garganta seca porque había olvidado comprar agua antes de entrar a la junta de profesores.

—¿Tienes algo que hacer? —Jaehyun lo alcanzó, Taeyong revisó su reloj una vez más a pesar de saber la hora exacta—. Vayamos por unos tragos.

Taeyong hubiera aceptado de no ser por su dolor de cabeza y todavía tiene que revisar algunos trabajos para entregar el lunes a sus alumnos. Todavía tiene sábado y domingo pero los días son complicados.

—No puedo.

De todas formas, su amigo no parecía decepcionado o algo así.

—Está bien, será otro día. ¡Nos vemos, Taeyong!

Taeyong estuvo de acuerdo y también se despidió.

Taeyong no estaba de camino a su casa, está de camino a su departamento, el que rara vez habita pero que aún mantiene en perfectas condiciones. Era un regalo de sus padres, no podía simplemente vender el lugar así que lo mantiene limpio y en orden. Era como para escapar por un rato.

Más temprano, había hecho pedidos y la empleada los había recibido ante su ausencia, así que cuando llegó al departamento, encontró el lugar muy limpio tal como dejó indicando, todos sus pedidos estaban sobre la mesa.

Taeyong estaba revisando en los empaques cuando la mujer se acercó.

—¿Necesita ayuda en algo más, señor?

Taeyong lo pensó, en serio. Necesitaba un poco de creatividad y ahora mismo no estaba poniendo tanto esfuerzo en ello, más bien, todavía tiene dolor de cabeza y solo está pensando en que debe adelantar su trabajo para tener un poco de tiempo.

—¿Puedes ayudarme con el resto de la decoración? —Taeyong preguntó sintiéndose avergonzado, su empleada parecía haberse entusiasmado.

—¿Estas luces? —preguntó ella sacando las pequeñas luces de los empaques.

—Luces parpadeantes, podrías colocarlas en las paredes —Taeyong comenzó señalando cada lugar— en la mesa auxiliar coloca algunas velas y los bocadillos que compré, ayúdame con eso.

—Sí, señor, no se preocupe.

—Asegúrate de colocar las flores frescas en un bonito jarrón.

—¿Qué hay de la cena?

—Yo la haré y gracias por tu ayuda.

—No se preocupe, señor. Es mi trabajo y me agrada poder ayudarle. Espero que disfruten su cena.

Taeyong comenzó a sacar ingredientes de la nevera pensando en qué podría preparar para la cena, pensando en si Yuta pasaría de algunos vegetales al menos que le agradara.

Y ahora que Yuta viene a su mente, Taeyong buscó su teléfono en el bolso, revisó y no hay alguna notificación que venga del él.

Tal vez porque está ocupado no ha enviado ningún mensaje.

Pero cuando el tiempo avanzó y Taeyong preparaba algunos fideos como adicional, comenzó a preocuparse. Quería creer que Yuta podría haber ido a casa pero si era así, el chico enseguida llamaría para preguntar el paradero de Taeyong al no verlo allí.

Entonces supone que Yuta no está en casa.

Miró su teléfono una vez mas, Yuta ni siquiera había llamado, ni un solo mensaje, se preguntó si el castaño estaría bien. A las siete terminó sus asuntos y sonrió satisfecho.

Mirando hacia los ventanales, Taeyong llamó por teléfono no pudiendo comunicarse con él a pesar de los largos tonos.

No supo cómo sentirse porque ya era la cuarta llamada y el chico no contesta. 

Love Me Now ⋮ TaeYuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora