Capítulo 8

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Quise pensar en el titulo de aquel libro, pero unos suaves golpes en la puerta me distraen. Dudo en que hacer y ¿si es la esposa del señor Seymour? tal vez tenga hijos, indecisa camino hacia la puerta.

Poco a poco abro la puerta y me encuentro con Kenny del otro lado, suspiro aliviada y trato de dedicarle una sonrisa aunque sea un poco forzada.

-Señorita Hill, el Señor Seymour me mando a que le pregunte si quisiera almorzar- su tono es firme y serio, diga lo que diga Steven, no es muy agradable.

-Claro-respondí gentilmente.

Camine detrás de el, mi lado izquierdo donde se encuentra mi costilla dañada duele, pero puedo soportarlo. La idea de llegar a un gran comedor, como es de esperar, y ver la mesa repleta de gente me aterra. Ver a su esposa y a sus hijos, no se porque pero pensarlo hace que un dolor se haga presente en mi pecho.

Miro la gran habitación, en el medio una larga mesa, en el techo cuelgan unas costosas arañas de cristal, la habitación es de un color crema y en lo ultimo se encuentra el. Solo, no era como me lo esperaba. Solo de los muchos lugares dos estaban con platos, vasos y cubiertos.

El levanto su vista y nuestras miradas se conectaron como la primera vez que lo vi. Veía algo mas que un intenso Avellana-oscuro, era algo que no podía descifrar.

-Alice, toma asiento-

Mi nombre pronunciado por el era distinto, hacia que unas raras sensaciones y revoltijos ocurrieran en mi estomago.

Me senté en el asiento vació al frente de el. Al instante apareció una mujer con una gran bandeja, la dejo sobre la mesa y antes de irse me dedico una suave sonrisa. Otro señor se acerco y nos sirvió un poco de vino a cada uno.

-¿Tomas vino?-pregunto Steven y yo asentí. Me sentía incomoda, inútil, yo podía servirme sola. El señor dejo una rebanada de pollo en cada uno de nuestros platos y se retiro también.

Mis manos sudaban y trataba de evitar su mirada en mi, la podía sentir.

-Todavía no se nada de ti- comento para romper el silencio.

-Creo que no hay nada que saber-pude apenas decir.

-Eres de Texas, es lo único que se- el seguía insistiendo y después de todo lo que hizo siento que se merece una buena respuesta.

-Pues crecí en Texas como sabes, desde chica mi sueño fue vivir en New York, una de las ciudades mas excitantes, mi padre murió de cáncer hace siete años y mi madre quedo sola conmigo, mi hermano y su madre, mi abuela. Mi hermano se fue un años mas tarde a Inglaterra, no sabemos como ni de donde saco el dinero, el solo se fue. Oí que esta casado, pero nunca llamo ni quiso tener contacto con nosotras-su mirada irradiaba pena, decidí continuar - el mes pasado mi madre llamo para decirme que mi abuela falleció, ya casi no hablo con ella, debe sentir que también me olvide-lo ultimo fue susurrado y trate de tragar el pedazo de pollo.

-¿Porqué no hablas con ella?-su pregunta era insegura y mi respuesta iba a ser insegura.

-No podía, el no quería- dije con la mirada baja.

Steven no necesito mas explicaciones, solo cerro sus puños con fuerza y su cuerpo se tenso.

-Si quieres puedes llamar luego-

-¿Enserio?- dijo emocionada.

-Si, nadie te lo impide- se asomó una pequeña sonrisa de su boca.

-Gracias- dije sincera.

El silencio inundo la sala también. Preguntas revoloteaban por mi mente y quería soltarlas aquí mismo. Sobre el, sobre Cameron, sobre lo que paso.

-Steven, ¿mis cosas siguen en el departamento?-

-No, están aquí en tu armario-

"Tu armario", ¿mío?.

-Sobre eso también quería hablar, creo que me llevaron a una habitación equivocada-murmure

-¿Porqué piensas eso?-

-Hay ropa, un libro y esta decorada, claramente no es una habitación de huéspedes. ¿Es de su hija?-

El rió fuertemente por un largo tiempo y una vez que logro recomponer la compostura me miro.

-¿Hija? no tengo hijas ni hijos, la habitación es tuya por ahora-

No entendía, toda esa ropa, todo eso no era solo para mi.

-O quizás sea el armario de su esposa-

Otra risa de el salió al instante, acaso ¿soy un payaso diciendo estupideces?

-No veo nada gracioso en esta conversación Señor Seymour-

-Es inevitable reírme de tus hipótesis-

-No son hipótesis es uso de lógica-

-Pues tu lógica te falla, no tengo esposa, ni hijas-

-Tal vez una novia-

El quiso volver a reír pero se contuvo.

-No tengo a nadie mas en esta casa que a ti- mi corazón se paro, se que no significa mucho, pero ni siquiera se porque sonrió como estúpida.

-¿Entonces toda esa ropa a quien pertenece?-

-A ti, supongo-respondió el con total naturalidad

-Creo no poder recordar haberla comprado-sin pensarlo un tono sarcástico salió de mi boca pero a el le causo gracia.

-Ya tranquila, por ahora las cosas son así-

¿Así como? Aceptando todo sin saber el porque.

-¿Y mi trabajo? ¿lo he perdido?-

-No dejare que trabajes en este estado- dijo el mientras daba un sorbo a su vino tinto.

-Estoy perfecta-

-De todos modos, ese bastardo sigue suelto y puede verte-

-¿Cameron?-pregunte sorprendida

-No se como logras decir su nombre sin vomitar, su padre pago la fianza del juicio pero no me rendiré-

-Steven, ¿porqué haces todo esto?-

El no respondió, termino su vino y luego me miro.

-Tengo que trabajar, te veré en la noche-

Y sin mas se levanto de la mesa y me quede sola mirando como el se alejaba...

Otro capítulo más! Chicas, Steven oculta un secreto muy muy muy grande, no saben, se sorprenderán cuando lo sepan, como les dije poco a poco sabrán porque hace todo esto! Pero les prometo que Steven las enamorara <3 gracias por leer!!!

Pd: tengo varios varios capítulos escritos, si hay votos y comentarios subiré 2 en lo que queda del día :)

Más que mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora