No quería soltarla, mis lagrimas caían poco a poco, ahora si me sentía a salvo, de un cierto modo, sentía una sensación agradable.Me separe y seque mis lagrimas con mis manos, me aclare la voz aunque no sabia que decir. Mire a Steven y el seguía quieto al lado mío, podía notar que algo le pasaba pero no era el momento de hablar sobre eso. Creí que era el momento justo para presentarlo.
-Mamá el es..-
-Steven Seymour, lo se, ayer estuvimos juntos- dijo mi madre interrumpiéndome y sonriendo hacia Steven mientras ella secaba sus lagrimas también, mire a Steven confundida.
-Llegue un día antes de Los Ángeles y pase por aquí a presentarme.
-Pasamos una gran tarde, ¿que hacemos aquí? pasemos que prepare unos pasteles.
Aun aturdida pude mover mis pies para entrar en mi casa. Todo estaba cambiado, las paredes estaban de otro color, antes eran naranjas, ahora solo blancas aunque las paredes estaban mas decoradas, había varios cuadros donde en la mayoría me encontraba yo. Caminamos hacia el living y mi madre desapareció yendo por otro pasillo que va directo a la cocina, al instante me vire y mire con ojos fulminantes a Steven.
-¿Por qué viniste a a hablar con mi madre?- escupí.
Se que detrás de esto hay algo mas, Steven es un hombre de trabajo no se tomaría el tiempo de desperdiciar un día con la madre de una chica a la que obliga ser su novia, una cosa es que el me utilice a mi para sus juegos pero otra cosa es mi distinta es que incluya a mi madre en todo esto.
-Pensé que seria bueno presentarme-dijo con indiferencia.
-No Seymour, se que esa no fue la razón, ¿Que le haz dicho?-
-Que nos conocimos cuando terminaste con tu ex y ahora somos pareja-
-¿Enserio? ¿Toda una tarde para decir esa sola frase?- lo acuse.
-Hablamos de varias cosas-
-¿De Cameron?-
--No-dijo pero no le creí.
-¿Nada? ¿Estas seguro?-
-Esta bien, si-
-¡¿Acaso estas loco?!- grite y luego me arrepentí al saber que la cocina estaba solo a unos pasos de donde nos encontramos.
-Solo le dije que era un bastardo que no valía nada-
-¿Y que mas?- pregunte calmándome.
-Que era un estúpido-dijo y aparto su mirada de mi, un empresario usando ese vocabulario, esto no se ve todos los días.
Alce una ceja y no pude evitar una pequeña risa, estaba por burlarme y seguir acusándolo cuando mi madre entro con dos grandes platos donde habían dos gran trozos de pastel de chocolate.
-Esto no queda aquí-susurre amenazante, tan bajo que solo Steven lo escucho.
Nos sentamos en los sillones y mi madre nos extendió los platos, luego de tomarlos ella se sentó en el sillón que estaba en frente.
-Me alegra mucho que hayas podido venir hija- dijo refiriéndose a mi.
-A mi también mamá -
-¿Y bien? Cuéntame todo-
Me metí un gran pedazo de pastel en la boca, el sabor del exquisito chocolate me lleno la boca e hizo desear mas a mi estomago.
-¿Todo?-
-Sobre tu vida, hace mas de un año que no nos vemos y no me haz llamado tan seguido-
Podía notar la tristeza en su voz y la mirada fija de Steven en mi, para esto no había excusas.
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Más que mi jefe
RomanceElla está cansada de disimular el dolor. El está apunto de colapsar. Ambos con pasados duros y difíciles de olvidar. El dolor y la tristeza necesitan ser domados para reencontrarse con la felicidad. ¿Podrán ambos domar su pasado? ¿O seguirán est...