Capítulo 39

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Desperté con la ilusión de ver aquellos ojos avellana que tanto amaba pero el no apareció en todo el día, ni al siguiente ni tampoco al siguiente, poco a poco comienzo a pensar que Steven ya se arrepintió de lo que dijo o simplemente necesita su espacio, Magie me dice que el ha llamado para ver como me encontraba y que volvería a casa lo antes posible pero acaso ¿el no puede llamarme a mi?

La medicina ha funcionado muy bien ya que no siento dolor en ninguna parte de mi cuerpo, ademas, siento que tengo energía de sobra.

Solo faltan dos días mas y mi reposo termina aunque creo que ya me encuentro bien como para caminar dentro de la casa, Alec llamo los tres días y platicamos durante horas, aunque no le conté sobre la desaparición de Steven.

El aburrimiento me consume lentamente, me giro y tomo mi celular, dos horas pasadas del mediodía.

Busco el nombre de mi madre en la agenda y le marco, en el cuarto tono me responde con su cálida voz.

-Mamá hola, me quería asegurar de que te encontrarás bien-

-Mejor que nunca, cielo-

-Me alegro mucho y..-

-Alice cariño tengo algo que hacer, ¿te molesta si te llamo luego?-

-Claro que no, hablamos luego-

Ella corto y me quede mirando la pantalla un buen rato, luego lo deje nuevamente donde estaba antes de que lo tomará, necesitaba un buen baño, eso me llevaría bastante tiempo, aunque no lo tengo permitido y estos días cada vez que necesitaba ir al baño Kenny me cargaba hasta allí, hoy me siento realmente bien, me quito las mantas de encima y con cuidado me levanto, hago dos pasos y al no sentir dolor alguno camino normalmente hacia una pequeña maleta con ropa que Steven mando a buscar a mi apartamento, saco un conjunto de ropa interior, un jean con roturas y una remera azul marino y por ultimo tomo unos tenis, reviso que el pasillo se encuentre vació y corro hacia el baño del fondo, es mi baño favorito de toda la mansión, bueno después del de Steven, es muy acogedor.

Tomo una larga ducha, relajando mi cuerpo y refregando cada parte de el, en estos días he aumentado un poco de peso o mejor dicho, recuperado, cierro los ojos y disfruto de la sensación del agua caliente recorriendo mi cuerpo, suspiro con alivio y me doy cuenta de que esta fue una gran idea.

Una vez que me seco el cuerpo y me visto, peino mi cabello lentamente, ha crecido unos cinco centímetros desde la ultima vez que lo corte de modo que ahora pasa un poco mas de mi cadera, sin darle importancia me lo peino hacia atrás, tomo la pijama que llevaba puesta y salgo del baño.

Con cuidado de que nadie me vea bajo las escaleras y giro a la derecha hacia el fondo, justo donde se encuentra el lavadero, para mi suerte Magie no esta aquí, meto la pijama en la lavadora y mientras se lava me apoyo sobre el que esta a su lado, el lavadero consta de tres lavadoras grandes y modernas, cinco canastos, dos estantes con artículos de limpieza y una gran ventana con vista al gran jardín trasero.

Pase mucho tiempo aquí, junto a Magie, durante el tiempo que accedí a quedarme, pero ¿realmente quiero vivir aquí? no puedo depender de Steven, en cierto modo, sigue siendo un extraño para mi, necesito vivir en mi apartamento, rodeada de cosas familiares o las pocas que quedaron, no me crié con grandes lujos y no pretendo hacerlo ahora, no pretendo que Steven piense que solo quiero su fortuna o comodidad.

La puerta se abre y hace que mi corazón se pare, Magie entra con una gran canasta de ropa y casi la deja caer cuando me ve.

-Alice ¿qué haces aquí?-

-Necesitaba salir de la cama, me siento realmente bien y con energía suficiente como para caminar-

-Pero el señor Seymour dio la orden de que no se levantara, ¿puede volver a la cama?- no es por ser grosera, pero aveces la actitud de Magie me molestaba un poco.

-El señor Seymour no es mi dueño Magie-

-Lo se, pero el dio esas ordenes cielo y tengo cumplirlas-

-Te entiendo, yo hablare con el, deje ropa en aquella lavadora -la señale- tengo que irme-

No espere su respuesta y salí del lavadero ignorando su llamado, subí las escaleras nuevamente y corrí hacia mi habitación.

¿Quién se cree que es para besarme de aquella manera y luego dejarme tres días? ¿Quién se cree que es para usarme de esa manera?

Entro apresuradamente y busco mi celular, le marco y no responde, lo hago nuevamente y tampoco lo hace, al intentarlo por segunda vez siento su tono detrás de mi, me giro y me quedo sin aire al tenerlo aquí frente a mi, su rostro se ve cansado y con unas grandes ojeras en debajo de sus ojos y por un momento se me olvidan todas las cosas que quería gritarle.

-¿Qué haces levantada?- el trata de que su tono suene demandante pero no lo logra.

-Me voy- dije decidida.

-¿A dónde? Alice no puedes, tienes que descansar-

-Créeme, descanse lo suficiente como para irme justo ahora-

Trato de salir de la habitación pero en cambio el me envuelve con sus brazos.

-!Suéltame Steven! No quiero que me toques, me usaste y como te cansaste de mi te fuiste, no soy tu estúpido juguete-

Forcejee entre sus brazos pero fue en vano, el es mas fuerte que yo.

-Lo siento yo...

-Es lo único que dices todo el tiempo, es tu única respuesta a todo y no la soporto mas-

Su rostro se escondió mas en mi cabello y sus manos apretaron mas mi cintura haciendo que mi cara chocara contra su musculoso pecho.

-Ella esta mal- susurró casi en un sollozo e inmediatamente respondo a su abrazo.

-¿Quién?-

-Lily... ella está internada-

Más que mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora