Capítulo 7

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Con mi mano temblando abrí de a poco la puerta. Un gran despacho se encontraba del otro lado. Era muy grande, busque con mi mirada a Steven, pero no lo encontré en ningún lado.

Doy dos pasos y puedo sentir su presencia detrás de mi, puedo sentir su respiración.

Una rara sensación recorre todo mi cuerpo y me giro para encontrarlo frente a mi con sus ojos brillantes en mi.

No puedo hacer ningún movimiento ni hablar. Esta con unos jeans negros y su camisa blanca que marca su trabajado cuerpo.

—Señor Seymour-pude apenas decir.

—Alice, toma asiento-su voz era cálida, nada comparado a el Steven que conocí en la empresa, frió y seco.

No se como logre caminar hacia uno de los sillones y sentarme en el. Las preguntas invadían mi mente nuevamente y estaba ansiosa por obtener las respuestas que no me dieron. El se sentó en un sillón al frente mío y me miro esperando alguna reacción mía.

—Tengo algunas preguntas-murmure

—Estoy aquí para responderlas-

Esto es tan extraño, el me salvo. Pero todavía no puedo asimilarlo todo en mi cabeza, ¿como lo supo? ¿me siguió? ¿porque me pago todos los tratamientos? ¿la ropa nueva?¿porque no me echo y se olvido de mi?

—Tu.. ¿Como lo supiste?-

—Lo supe, no importa como-pude notar como de pronto su tono se tensaba y su cuerpo igual, ¿acaso dije algo malo?

—Solo, me pregunto como llegaste allí-trate de formular una pregunta con las palabras correctas.

—Seguí su auto-

—Pero, no tiene sentido-esto me frustraba, quería que todo sea claro. Quería que me cuente con lujos y detalles todo, pero el no estaba dispuesto a hacerlo, entonces estaba yo preguntando cosas que ni siquiera me respondía bien.

—¿Porqué hiciste esto?- creo que esa era la única pregunta mas importante.

Sus ojos se conectaron con los míos y su respiración se hizo mas rápida al igual que la mía.

—Yo... no lo se- dijo.

Su respuesta llego a cada partícula de mi cuerpo. Una persona no hace eso a otra porque si , o tan solo no tenia en que gastar su dinero y lo gasto en la pobre empleada golpeada. Yo no le importaba, eso es seguro, a nadie le importo.

—Me puede llevar a mi apartamento?-

El se levanto y comenzó a caminar de un lado a otro.

—Quiero explicarte, pero no puedo. ¿Que clase de bestia podría hacerte eso? Todavía no puedes volver a tu apartamento, solo por unos días-

Esto era mas difícil de lo que pensé. Solo quiero estar en Texas con mi madre y apoyarla. Mi abuela ya no esta, mi padre nos abandono hace siete años y mi hermano Elliot esta muy ocupado con su vida en Inglaterra, ya no tiene contacto conmigo ni con mi madre. En lógica, ella se encuentra sola y me duele mucho. Cameron ni siquiera me dejaba hablar con ella. El pensar en todo eso hizo que las lagrimas se asomen por mis ojos, no puedo mas, necesito un poco de paz. Ahora me encuentro frente a un hombre que ni siquiera conozco pero me ayudo mucho. Me siento en gran deuda hacia el, siento que no valgo nada y también pienso en como se debe sentir mi madre, se debe sentir abandonada.

Trato de no derramar las lagrimas, un nudo se hace presente en mi garganta, pero fue inevitable. Oculto mi cara entre mis largos cabellos oscuros y con mis manos trato de frenar las lagrimas.

De pronto unas cálidas manos están en mis hombros. Ese calor que hace mucho no siento, levanto mi vista y el se encuentra allí, detesto que me tengan lastima y se que es lo que el siente en este momento. Una pobre chica maltratada llorando en su despacho.

Me incita a pararme y eso hago, sus brazos me rodean y mi cara esta apoyada sobre su pecho. Su abrazo es tierno y me ayudo bastante a parar de llorar. Es increíble, ¿hace cuanto tiempo alguien no me abrazaba de ese modo?

—¿Estas mejor?-susurro sobre mis cabellos. Asentí y me separe de el, sentí un gran vació al no sentir mas su calor.

—Perdón, solo que las cosas me superaron- mi vista estaba fija en el suelo. La vergüenza me recorría por todos lados. Sus suaves dedos tocaron mis mejillas y me obligaron a mirarlo a los ojos.

—No te disculpes, no tienes porque. Todavía no puedes ir a tu apartamento porque la policía esta trabajando allí tratando de resolver el caso. Había sangre por todos lados y la mayoría de las cosas rotas, no te mereces eso-

Sus palabras me ayudan a levantar mi animo, ojalá en verdad el pensara eso.

—Esta bien, gracias- trato de sonreír y el hace lo mismo. En verdad su sonrisa es como la de un ángel o como la luz en la oscuridad. Nunca imagine una mas perfecta.

—Kenny te mostrara tu cuarto-

—¿El señor serio que me trajo hasta aquí?-pregunte

El se rió y luego asintió.

—Una vez que lo conoces es muy agradable-

Puede que no obtuve respuestas. Todavía no se nada de Camerón, no se nada de Steven, no se como sucedieron las cosas pero me siento mejor.

Tal como me dijo Steven, al salir Kenny me esperaba afuera y me pidió que lo siguiera, subimos unas largas escaleras y caminamos por un largo pasillo. La casa era muy grande para solo Steven, y ¿si el tiene esposa? ¿novia? o ¿incluso hijos? Mi corazón se para. No se porque pero duele pensarlo.

—Gracias-murmuro y el se va dejándome en un gran cuarto.

La cama es lo suficiente grande como para dos personas. Es de un color crema, voy hacia unas puertas y las abro, me quedo sorprendida, del otro lado hay un gran vestidor lleno de ropa. Vestidos, tacones de todos colores, carteras, ¿esto seria para mi? No puede ser. Y si es la ropa de su esposa, si es que la tiene, rendida voy hacia la cama y me recuesto, giro mi cabeza y me encuentro con un libro sobre una pequeña mesa. Me levanto y lo cojo, al leer el titulo me congelo "Aprender a Amar" ¿que significa esto?

Listo! Mas tarde subo otra capítulo, tal vez en la noche! Espero que les haya gustado :) voten y comenten! Gracias por leer!

Más que mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora