Capítulo 40

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Dos semanas han pasado, de a poco Nicole recupero algo de alegría, trato de hacerla sonreír cuando tengo la oportunidad, quiera o no la aprecio mucho, al igual que a James, nunca hemos tenido largas conversaciones pero durante estas semanas nos hemos conocido mas, el es serio, pero tal y como su hijo, a veces esa seriedad desaparece y es un gran hombre carismático, también he pasado varias tardes con Monique, hasta me he quedado con ella una noche, solas nosotras dos.

El invierno llegó y navidad se acerca, es algo triste para los Seymour pasarlo sin Lily, ella no ha despertado aun pero se mantiene estable, como si se encontrara en un profundo sueño del cual no puede despertar, la he visto y le he hablado, los médicos dicen que muchas veces las personas que se encuentran en ese estado pueden escuchar lo que les dicen, le conté sobre su familia y lo mucho que están preocupados, le he hablado sobre alguna tarde donde podríamos ir de compras y comer muchos dulces.

-Es increíble que esté nevando- comentó sacudiendo los resto de hielo congelado que se han quedado en mi chaqueta.

-Es de esperar, estamos en pleno diciembre-

Steven se quito su saco y lo tiro sobre uno de los sillones mientras se sentaba en el, es extraño que en estas semanas hallamos actuado como pareja, aunque no estoy segura de que somos en realidad, me besa en todo momento y toma mi mano cuando vamos por lugares públicos aunque en privado es igual de cariñoso, es algo raro de asimilar para mi, ya que esta sensación se me había hecho muy ajena, solo la pude sentir cuando estaba con Alec, Alec, me reuní con el tres veces y nuestra relación volvió a la normalidad pero lo que mas me emociono fue su sinceridad conmigo, el accedió a solo ser mi amigo y creo que es lo mejor.

-Preparare la cena- anuncie y el elevo una ceja.

-¿Debo estar tranquilo?-

-Soy una gran cocinera, aunque no lo demuestre Seymour-

-Eso espero, porque me muero de hambre-

Sonreí de una forma sincera y me acerque a el, agachándome hasta quedar a su altura.

-Entonces seré rápida-

En un abrir y cerrar de ojos el me tomo entre sus brazos y me coloco sobre su regazo.

-O simplemente podemos quedarnos aquí-

Reí al sentir sus besos en mi cuello ya que me hacen cosquillas, trate de quitarlo pero es mas fuerte que yo aunque no me forcejea ferozmente como lo hacia Cameron, el era agresivo y sin piedad; Steven es fuerte pero es de esas personas que sientes que te protegen.

-Ya para, me haces cosquillas-

Escuche una leve risa de su parte y continuo torturándome por unos minutos mas hasta que yo casi caigo del sillón, aproveche la situación para salirme de encima de el.

-Hoy juegan los Knicks, conviene que nos apresuremos en cenar-

-Eres aburrida, ¿porqué simplemente no nos besamos?-

-Porqué son las finales y tenemos que vencer a los malditos Lakers-

-En eso tienes razón, pero los Lakers son jodidamente buenos-

-Los Knicks aun mas, es el equipo de esta ciudad y debemos apoyarlos campeón-

-De acuerdo, ven aquí-

Tal y como pidió me acerque a el y unió nuestros labios, no importa cuantas veces lo bese, cada vez se siente aun mejor, nunca me podré acostumbrar a sus maravillosos besos, ni podré amortiguar el revoloteo en mi estomago.

Me aleje de el y pude sentir un gruñido de decepción de su parte, lo ignore y camine hacia la cocina, al igual que el, me muero de hambre.

Magie esta de vacaciones junto a su marido, viajaron al norte de Carolina para visitar a sus familiares y pasar las festividades juntos, la cocina es muy lujosa y pienso que mas grande que mi apartamento, una barra se encuentra sobre un costado mientras que una gran mesa de mármol se encuentra en el centro, pero lo mas llamativo es la reserva de vinos, la variedad de años y gustos.

Esto no se compara para nada con cocina, cocinar es algo que disfruto hacer, pero ya no mas, puedo decir que casi lo odio, pero eso no tiene que ver con Steven, cocinare para el, mi razón de odio se debe a Cameron, los cuantos días donde tuve que cocinarle en pocas ropas y muriéndome de frió ya que algunos meses no podía pagar el gas, para el, una mujer debe cocinar luciendo sexy.

Lo que mas odio de mi es como fingía que lo hacia porque yo quería, fingir que estaba todo bien o hasta fingir en la cama lo bien que el lo hacia, solo para evitar golpes, solía funcionar, a veces pero el solía ser muy bipolar, pero cuando el volvía a pedir perdón yo lo consolaba con un "Fue mi culpa, yo te hice enojar", solía ser lo mejor para la situación.

-Pagaría lo que fuera por saber en que piensas-

Levante la vista del suelo y observe a Steven, su pelo estaba desordenado y había quitado su corbata y desabotonado su camisa de trabajo.

Negué con la cabeza y abrí el refrigerador, sacando un pollo y patatas.

-No pienso en nada- dije y comencé a sacar las cosas que utilizaría.

-Yo se que mientes, Alice puedes confiar en mi-

Su voz sonó mas cerca hasta que lo pude sentir detrás de mi, su mano en mi cintura y su respiración en mi cuello, dejo el cuchillo sobre un costado y me giro para tenerlo frente a frente.

-Solo pienso en las veces que cocine para Cameron-

-¿Quieres hacerlo ahora mismo?-

-Si, quiero cocinar y demostrarte que puedo ser mejor en algo que tu- bromee

-Mmm no lo creo, no conoces mis habilidades en la cocina-

-Que probablemente pueden ser desastrosas-

El rió y me apretó mas contra la mesa.

-Me daré una ducha, ¿segura que prefieres cocinar antes que bañarte conmigo?-

-El juego- le recordé y salí de sus brazos.

Una hora y media después estábamos comiendo en el sofá mirando el juego, desafortunadamente estábamos perdiendo por cinco puntos y no puedo parar de maldecir a los jugadores, Steven solo ríe y sigue comiendo.

-Odio admitirlo, pero esto esta demasiado bueno, ¿donde aprendiste a cocinar así?-

-Mi abuela solía cocinar todo el tiempo, aprendí de ella-

El asintió y siguió comiendo.

Al finalizar el juego los Knicks ganamos por diez puntos y Steven debe pagarme veinte dólares porque gane la apuesta, la verdad nunca conocí un neoyorquino que apueste en favor a un equipo contrario.

-Alice ¿puedo hacerte una pregunta?-

Miro extrañamente a Steven y asiento.

-¿Sientes algo por mi? Me refiero a quererme o amarme-

Su expresión era seria y muy distante, como si quisiera escuchar algo que ni siquiera puedo entender, ¿Lo amo? definitivamente si, pero probablemente sea una mala idea decirlo, pero el y yo juramos ser sinceros uno con el otro, abrí la boca para responder pero su celular sonó, me salvo.

Steven atendió y pude sentir unos gritos desde el otro lado de la linea, su rostro cambio completamente.

-Ya voy para allá-

Cortó y se levanto rápidamente, me tomo por las manos obligándome a hacerlo también, se puso su saco rápidamente y me dio mi chaqueta.

-¿Qué paso?-

-Lily despertó-

-¿Enserio?-

-Enserio-

Solté un grito de alegría y me lance a sus brazos.

-Ella lo logro- murmuró contra mi y me dio unos cuantos besos cortos en la boca.

-Sabia que lo haría-

Siempre lo supe, ella no podía abandonar este mundo, Steven tomo mi mano y salimos rápidamente de la casa, el conducía a toda velocidad pero verdaderamente no me importo, quería ver a Lily y estrecharla entre mis brazos.

El hospital no cambio en nada desde esta mañana que salimos de el pero ahora vi algo diferente, Nicole lloraba, pero de felicidad y una gran sonrisa estaba en el rostro de James pero sobre todo Lily ya no estaba inmóvil en la camilla, sino que estaba radiante como el sol en la mañana...

Lily en foto multimedia!
Mas tarde subo otro capítulo :)
Gracias por leer:)

Más que mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora