Fantasías y recuerdos

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¡Hola, queridísimos lectores! ¿Cómo han estado? Espero que muy bien 🤧❤💖✨ antes que nada, disculpen la extrema tardanza, pero muchas cosas en mi vida se desalinearon y no tuve ni tiempo ni motivación para escribir :( <3 Pero he vuelto, y como compensación quisiera que escucharan la canción de cuna que armonicé para este capítulo. Sólo como única indicación (y para que la disfruten más) deben reproducir el vídeo justo cuando vean una estrellita (☆) en el escrito y así se puedan sentir más inmersos en la historia 💖✨ Sí, pude haber buscado la canción en youtube en vez de armonizarla desde cero, pero es que no encontré una versión que me gustara :( En fin, sin más que agregar, espero que disfruten el capítulo, porque ya casi llegamos al final de esta historia ❤.

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El único sonido transparente en aquel oscuro pero cálido cuarto, era producido por las manecillas del reloj analógico que Meta Knight había colocado en su pared. Era un ruido casi blanco, que a pesar de todo lograba pasar desapercibido y permitir al caballero disfrutar de su corto periodo de sueño.
No obstante, había alguien que, sin malas intenciones, impedía al joven varón de orbes platinados ingresar al verdadero mundo de los sueños: Kirby.

Ese pequeño bebé de al menos 6 meses de vida, provocaba que la mera existencia de Meta Knight fuese un completo desastre, aunque no era un desastre maligno. Al contrario, el caballero deseaba proteger a su niño contra cualquier mal que quisiese alcanzarlo. Él no sólo sería un escudo para su nación y rey, sino que también lo sería para su hijo.

Era la segunda vez en esa noche que Kirby se había despertado para comer. Le rogaba a su padre que lo alimentase, y al no saber comunicarse debidamente, intentaba avisarle con sollozos que destruían su corazón. A Meta Knight no le gustaba oírlo llorar, pero no porque su llanto fuese molesto.

No le gustaba oírlo llorar porque lo transportaba al fatídico día en que lo encontró. Las imágenes que invadían su mente y corazón eran crueles pero verídicas. Como caballero estaba preparado para procesar imágenes aún más fuertes, sin embargo, la debilidad de Meta Knight siempre fueron los niños.

Aunque no le gustase admitirlo, el caballero de férrea armadura no soportaba ver a un infante sufrir los estragos de la guerra. Es incapaz de verlos asumir la pérdida de sus padres, de su patrimonio, de su estabilidad emocional.

Y él mejor que nadie sabe cómo se siente.

Su infancia es la fuente de esa parte empática suya que casi nadie conoce porque no puede expresarla como él quisiera.

Mi vida, no llores. —Murmuró a modo de súplica, preparando la mamila de su bebé lo más rápido que podía. Si bien Kirby no era tan escandaloso como otros tantos niños de su edad, a esas horas de la madrugada hasta el más mínimo ruido podía retumbar entre las paredes de todo el castillo, alarmando a los guerreros que dormían en sus respectivas habitaciones. — Ay mi cielo... ¿Por qué tienes que despertarme justo en este momento? Papi está muy cansado últimamente, el festival de invierno es en dos días y tengo que asegurarme de que todo está saliendo como lo tengo previsto... —Explicó de forma suave, tal cual la brisa haría bailar los pétalos florales de un campo lirio.

Los días habían transcurrido cuan agua entre sus dedos. Ni siquiera sabía en qué momento el tiempo devoró cuan monstruo de las penumbras las dos semanas que tenía como plazo. Le restaban dos míseros días para que el festival diese inicio.
Era demasiado trabajo para una fiesta que duraba un día, un maldito y desgraciado día. Meses de anticipación, ingresos monetarios "desperdiciados", agotamiento mental y físico destinado a un festival que duraba un día...

Un padre solteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora