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taehyung pov's


Yoongi le había pedido encontrarse en el gimnasio para que luego fueran a su casa a estudiar. No era normal que el mayor lo dejase esperando cuando habían acordado una sesión de estudio, pero era ese momento del año cuando todos estaban ocupados con las actividades de los clubes y el rubio no era la excepción, a pesar de que los exámenes estaban a la vuelta de la esquina Yoongi insistió en que no podía perderse ninguna práctica, no cuando el campeonato también estaba por comenzar, y siendo su último año no podía dejar pasar la oportunidad. Por esa razón Taehyung ahora estaba en la puerta del gimnasio, su cuerpo descansando contra el marco de la puerta mientras observaba a los chicos correr a lo largo de la cancha. Esa fue la primera vez que vio a Jungkook.

Taehyung no estaba particularmente interesado en el juego, pero algo en la forma de moverse de aquel pelinegro, sus facciones o su cuerpo, no estaba seguro que era, pero algo en él era cautivante, simplemente no podía apartar la mirada. Antes de siquiera darse cuenta la practica había terminado y Yoongi ahora caminaba hacia él.

Después de aquel día Taehyung tomaba cualquier oportunidad que le permitiera acompañar al rubio hasta el gimnasio para ver sus prácticas, aunque no estaba interesado en verlo a él, si no que al pelinegro, que más tarde descubriría se llamaba Jungkook. Lo mismo ocurría cuando había partidos, Taehyung era de los primeros en llegar, su excusa era que iba apoyar a su amigo, que de cierta forma era verdad, pero eso también le permitía observar al pelinegro.

La primera vez que hablaron fue aquella vez que Jungkook llegó a la enfermería. Cuando Taehyung vio al pelinegro entrar por la puerta sintió como su cerebro dejaba de funcionar, una cosa era observar a su crush desde lejos, pero ahora que los dos estaban en ese pequeño espacio debía hablarle y sus neuronas parecían haberse esfumado al ver ese rostro tan bonito de cerca. Así que cuando lo primero que salió de sus labios fue el nombre del contrario quiso azotar su cabeza contra la mesa, porque no se suponía que debía saberlo, pero pudo salvar la situación diciendo que Jungkook era en realidad conocido entre todo el alumnado, y el menor pareció creerle, así que trato de calmarse a si mismo para lucir lo más normal posible el resto de su interacción, pero cuando el pelinegro se fue y unos razonables segundos pasaron Taehyung no pudo evitar chillar, sus mejillas ardían y su corazón latía con rapidez, nunca pensó que pudiese entablar una conversación con Jungkook, pero lo había hecho y se sentía extrañamente bien.

Tras aquel encuentro le siguieron otros, que no fueron más que una casualidad que se encontraran, pero no es que Taehyung se quejase, ahora que su pánico inicial había pasado descubrió que en realidad Jungkook era una persona muy agradable y le gustaba pasar tiempo con él, aunque solo como amigos. Durante el viaje de entrenamiento del equipo de baloncesto Taehyung vio la oportunidad para contarle al menor sobre su orientación sexual, y lo hizo, simplemente le dijo, porque ya había sido abandonado en el pasado por ser gay y si Jungkook iba a juzgarlo por eso prefería que fuese ahora antes de que le tomara más cariño, pero grata fue su sorpresa al ver que no fue rechazado.

Los días posteriores Taehyung no dejaba de pensar en Jungkook, pero se negaba a aceptar que pudiese tener sentimientos más allá de la amistad por él, porque el pelinegro era un gran amigo y no quería arriesgar eso por que se sentía confundido, claro, el menor era bastante atractivo, pero eso no significaba que le gustaba, también creía que Yoongi era atractivo (aunque el rubio no aceleraba su pulso con solo sonreír), así que se esforzó en descartar todos esos pensamientos en favor de cultivar la amistad que estaba surgiendo con Jungkook.

Pero con el paso del tiempo le fue imposible negar que lo que sentía por Jungkook era simplemente amistad. Cada vez que el menor tomaba su mano, lo abrazaba o estaba ahí para reconfortarlo después de un mal día, todo eso lograba que su corazón saltara de alegría. Los momentos que compartía con el menor los atesoraba profundamente, ya no tenía sentido seguir engañándose así mismo, debía aceptar que poco a poco, día a día, se estaba enamorando más y más de Jungkook.

Play with me | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora