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Después de pasar cerca de una hora con el karaoke decidieron cambiar de entretención, se estaba haciendo tarde y no querían recibir quejas de los vecinos por ruidos molestos, por lo que el dueño de casa propuso que usaran alguno de los juegos de mesa que él poseía y tras una acalorada discusión sobre cual sería la mejor opción, llegaron a la conclusión de jugar jenga. Fue así como todos terminaron sentados alrededor de la mesa de centro, sacando con cuidado cada uno de los bloques tratando de no derribar la torre; pasaron un par de vueltas y cada vez la torre parecía ser más inestable, el siguiente en jugar era Jimin, y al intentar sacar uno de los bloques todos los demás se vinieron abajo, los gritos de emoción de Hoseok se hicieron escuchar al instante.

- ¡Exijo la revancha! -se quejó el pelirrojo, volviendo a armar la torre.

- ¿Revancha de qué? ¡Tu solito derribaste la torre! -respondió Hoseok.

- Fue porque tu me desconcentraste.

- ¿Yo que culpa tengo? Yo creo que te desconcentraste porque Yoongi no dejaba de acariciar tu pierna.

- Cállate, eso no tiene nada que ver.

Las mejillas de Jimin rápidamente tomaron el mismo color que su cabello, logrando que todos los demás rieran. Era algo normal que Jimin y Hoseok discutieran sobre cosas tan pequeñas, era su forma de relacionarse, pero eso no quitaba que fuera algo divertido de observar.

- Bueno, ¿Van a dejar de pelear como un par de niños o tengo que golpearlos a ambos? -interpuso Yoongi.

- No sabía que tenías ese tipo de fetiche Yoongi, pero deberías guardar eso para ti y Jimin. -molestó Hoseok, moviendo sus cejas sugestivamente.- Yo paso, gracias.

- No tienes tanta suerte como para que quiera hacer algo contigo idiota.

- ¿Osea que si es verdad que te gusta ese tipo de cosas? Interesante.

- Ya cállate.

Antes de que Hoseok pudiera responder Yoongi tomó uno de los cojines que tenía al alcance y se lo arrojó al contrario, impactando directo en su cara, logrando más carcajadas de los presentes, incluyendo al mismo Hoseok. Mientras todo esto ocurría, Jungkook se estiró para tomar la lata de bebida de la cual estaba bebiendo minutos antes, pero se dio cuenta que esta se encontraba vacía, con una rápida inspección de su mirada se percató de que no quedaban más latas así que se levantó de su lugar para ir a la cocina en busca de más, pero antes de que pudiera dar un paso sintió como su mano era sujetada, al voltearse se encontró con la mirada de Taehyung.

- ¿Pasa algo hyung?

- ¿Me preguntaba si podía tener un poco más de pastel?

No es que Jungkook pensará en negarle comida a ninguno de sus invitados, pero la forma en que los grandes y bellos ojos de Taehyung lo observaban, esa mirada tan inocente y cálida que tenía, sabía que nunca podría negarse a nada que el mayor le pidiera.

- Claro si, ven conmigo.

Con un simple movimiento de su mano logro atrapar la del mayor para ayudarlo a ponerse de pie, sin darse cuenta (o quizás una parte de él lo deseaba) arrastró al castaño a la cocina sin soltar su mano en el corto trayecto, perdiendo el contacto solo cuando entraron a la habitación, donde se vio en la obligación de dejar ir su mano para poder sacar el pastel del refrigerador.

- Toma asiento hyung. -Jungkook señaló hacia la mesa de diario que se encontraba en la cocina.- ¿Te la estás pasando bien? -preguntó mientras servía una rebanada del pastel.

- Sí, su amigo Hoseok es divertido, y es aun más entretenido verlo discutir con Jimin.

- Es todo un espectáculo ¿Verdad? -con una risita se dio la vuelta, dejando el plato ya con el pastel frente a Taehyung.

Play with me | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora