Play with me | Taekook

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- Así que... estoy oficialmente saliendo con Tae. -informó Jungkook una vez hubo ordenado sus pertenencias en el escritorio.

Jimin, quien se encontraba sentado a su lado, comenzó a toser tras ahogarse con el jugo que estaba tomando, el pelinegro solo lo observó, tratando de contener su risa.

- ¿Qué? ¿En qué momento pasaron de no hablarse a ser novios? -preguntó el pelirrojo una vez que logro calmar su tos, su tono era bajo para evitar que alguno de sus compañeros pudiera oírlo.- Dios, te desapareces a mitad de un viernes y vuelves días después con esta noticia, ¿Acaso no piensas en mi pobre corazón? Podría haber tenido un paro aquí mismo.

- Que dramático. -Jungkook rodó los ojos ante la exageración de su amigo, pero de todas formas una suave risa se escapó de su boca.

- Tienes que contarme como pasó. -en ese momento el profesor entró al salón saludando a todos los presentes, acabando cualquier oportunidad para el par de seguir hablando por ahora.- Pero estoy feliz por ti Jungkook.

Durante toda la clase una sonrisa estuvo presente en el rostro del menor, ganándose unas cuantas burlas por parte de su amigo al verlo tan risueño, acción que solo lograba teñir sus mejillas de rojo. Cuando el receso llegó, Jimin no dejo que se moviera ni un centímetro de su asiento hasta que le contara con detalle (a petición del mayor) todo lo que había ocurrido desde su desaparición del viernes.

Una vez que la campana indico el inicio de la hora de almuerzo ambos chicos se dirigieron a la cafetería para comprar su comida, no les tomó mucho tiempo antes de que estuvieran sentados en una de las mesas libres; al cabo de unos minutos Jimin se encontraba agitando su mano en el aire llamando a Yoongi que venia acompañado de Taehyung. El rubio ocupo su lugar habitual junto a Jimin, quien lo recibió con un ligero abrazo, recibiendo palmadas en su cabeza por parte del mayor. Taehyung se sentó a su lado, con esa hermosa y contagiosa sonrisa que poseía.

- Hola. -habló el menor, girando su cuerpo sobre la silla para enfrentar al castaño.

- Hola Kookie.

El mayor extendió la mano hasta alcanza el rostro del pelinegro, tomando uno de sus cabellos para moverlo tras su oreja. Jungkook no podía hacer más que observar maravillado el rostro del mayor, contemplando cada centímetro, desde sus cautivadores ojos hasta esos labios que lo llamaban a acercarse; su mirada se mantuvo en la boca ajena, quería eliminar la distancia existente entre ellos, pero no podía olvidar el lugar en el que se encontraban, ahí en medio de la cafetería rodeado de alumnos. A pesar de que ahora eran oficialmente novios el menor no podía simplemente besarlo, no ahí frente a todos, no sabiendo por todo lo que había pasado Taehyung en el último año porque no quería ponerlo en riesgos innecesarios. Tampoco habían tenido la oportunidad de hablar como sobre se relacionarían en la escuela -en realidad habían pasado todo el fin de semana hablando, pero estaban tan alto en su burbuja que se habían olvidado por completo del mundo-, así que Jungkook no sabía si su novio (nunca se cansaría de esa palabra) estaba de acuerdo con las muestras de afecto en público, aun así, no pudo contenerse de soltar esas palabras.

- Me encantaría besarte en este preciso momento.

Las mejillas de Taehyung tomaron un suave tono rojizo, el menor pudo notar, pero no aparto su mirada como lo haría en otras ocasiones que se sentía avergonzado.

- ¿Qué te detiene?

Las cejas del menor se elevaron con sorpresa, no esperaba esa respuesta, pero no podía decir que le molestara.

- ¿Realmente puedo?

Taehyung asintió y fue todo lo que Jungkook necesitó para besarlo; tomando el rostro del mayor entre sus manos posó su boca sobre la del mayor, moviendo suavemente sus labios, un ritmo que pronto fue seguido por el castaño. Jungkook casi pudo sentir como todo en la cafetería se quedaba en completo silencio, estaba seguro que la mirada de todos se encontraba sobre ellos, pero nada de eso podía importarle menos en ese momento, estaba demasiado perdido en la suavidad de los labios del mayor como para preocuparse del resto del mundo.