Play with me | Taekook

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- Muy buen entrenamiento el día de hoy chicos. -gritó el entrenador dando por terminada la jornada del día. Con concentración tomaba notas en su libreta, probablemente recomendaciones para cada uno de los jugadores. Mientras el señor Park terminaba de escribir todos los jugadores se reunían a su alrededor formando un círculo.- Les recuerdo que este fin de semana tenemos la salida de entrenamiento antes del inicio del torneo, en las hojas que les entregue al comienzo salen todas las indicaciones para el viaje, así que no olviden traer sus autorizaciones firmadas por sus padres mañana. Eso es todo, pueden retirarse.

Todos fueron hasta los camerinos para darse una refrescante ducha y así poder marcharse a casa. La totalidad del equipo se veía entusiasmado por el viaje, si bien se trataba de un entrenamiento, el cual era bastante intenso a decir verdad, siempre quedaban unas cuantas horas para relajo. Así que eso era de los que todos hablaban, Jungkook no era la excepción, así que mientras se vestía decidió comentar con su mejor amigo, quien estaba justo en el casillero de al lado.

- Esto es emocionante.

- ¿Te dejarán participar? Digo, por tus calificaciones. -Respondió el pelirrojo, recibiendo como respuesta un bufido de parte del menor.

- Claro que sí, gracias a la ayuda de Taehyung estoy seguro que mis exámenes salieron bien.

- Nuevamente salvé tu trasero, de nada.

Ambos rieron con el comentario, porque era cierto, sin la ayuda de Jimin y Taehyung probablemente ya lo hubieran expulsado del club. Fue entonces que la imagen de su amigo junto al capitán ese día en la cocina regresó a su mente, no sabía cómo sacar el tema así que decidió ser directo, su mirada fija en el rostro de su amigo para observar su reacción.

- Jimin, ¿Estás saliendo con Yoongi? -a su lado el pelirrojo pareció ser petrificado, detuvo todo movimiento en cuanto escuchó las palabras emitidas por el menor. - Los vi ese día en la cocina...

- Jungkook, cállate. -fue interrumpido por su amigo, antes de que pudiera explicar lo que había visto en su casa.

- No tiene de malo si están saliendo. -la cabeza de Jimin giró de un lado al otro, inspeccionando todo a su alrededor, parecía que nadie los había escuchado, pero el pelinegro ignoró por completo el actuar de su amigo. - Está bien si te gustan los hombres...

- Ya cállate. -nuevamente el pelirrojo lo interrumpió, esta vez sonaba mucho más molesta. Jimin se apresuró a ponerse su camiseta y guardar todas sus pertenencias en su mochila. Jungkook no hacía más que mirarlo con extrañeza, congelado en su lugar.

- Soy tu mejor amigo, deberías contarme estas cosas.

Jimin cerró la puerta de su casillero con fuerza, el sonido del metal chocando resonó por todo el lugar, captando la atención de alguno de los presentes. El pelirrojo colgó la mochila en su hombro y se acercó un poco al menor para que este pudiera escucharlo con claridad.- No vuelvas a decir esas cosas.

- Pero Jimin, soy tu amigo.

La mirada furiosa seguía clara en el rostro de Jimin, su mandíbula apretada y todo su cuerpo tenso.- No es asunto tuyo Jungkook. -fue lo último que dijo antes de salir a pasos rápidos del lugar, el pelinegro se quedó de pie ahí, sin comprender la reacción de su amigo.

🌻🌻🌻

Los días habían pasado volando para Jungkook, y el fin de semana había llegado con rapidez. Eran las cinco de la mañana, el sol aun no salía, pero ya todos los integrantes del club se encontraban merodeando en los alrededores del bus que los llevaría a su destino, algunos con sus amigos conversando, otros terminando de subir su equipaje. El pelinegro no era la excepción, entregó su bolso a uno de los encargados agradeciéndole su trabajo, para luego ir al interior del bus, cuando estuvo de pie justo en la entrada visualizó a varios de sus compañeros ya sentados cómodamente, el pelinegro revisó el lugar para buscar un lugar donde instalarse. En uno de los asientos del medio encontró a su mejor amigo, pero el asiento a su lado ya estaba tomado, cuando Jimin miró en su dirección le mantuvo la mirada solo unos segundos, para luego voltear su rostro y seguir la conversación con la persona a su lado. Desde aquella discusión (si es que así se le podía llamar) en los camarines de la escuela Jimin había decidido ignorarlo por completo, no comprendía la razón de su molestia, Jungkook no creía haber dicho o hecho nada malo.