Los días siguientes a su pequeña charla con el pelinaranja, este siempre aparecía por el rabillo de su ojo, con lo que creía era intenciones de hablarle pero este siempre terminaba por alejarse, o era el mismo Jungkook quien huía, tarea que no era tan sencilla ya que compartía todas las clases con su (ex) mejor amigo, aun así se las arreglaba para escabullirse cada vez que veía a Jimin caminando hacia él, simplemente no estaba dispuesto a tener otra charla que terminaría en discusión, al menos no por el momento.
Por otro lado, los maestros no estaban teniendo piedad, todos estaban dando un montón de tareas, trabajos y hasta exámenes, con la excusa de que así ellos podrían disfrutar mejor las vacaciones de navidad que ya estaban a la vuelta de la esquina, pero el precio de tener esos días libres de estudio les estaba costando muy caro a los estudiantes. Aunque una parte de Jungkook agradecía el estar tan ocupado con sus deberes, así su cerebro no tenía tiempo para pensar en todos los problemas, de lo que él había denominado, su miserable vida, así que estar haciendo una investigación un domingo a las 6 de la tarde no parecía tan terrible después de todo. Estaba a mitad de su reporte cuando su madre irrumpió en su cuarto para pedirle que fuera a comprar unas cuantas cosas a la tienda de conveniencia más cercana, y él aceptó sin quejarse pues parte de la compra era su cena de esa noche.
Decidió que caminaría, a pesar del frío que hacía, Jungkook siempre había disfrutado de caminar. En pocos minutos llegó a la tienda y comenzó la búsqueda de todo lo que su progenitora le había encargado, se detuvo en el pasillo del ramen, no lograba decidirse si quería de pollo o res picante, ambos parecían buena opción, estaba a mitad de su lucha mental cuando una presencia a su lado lo hace quitar la mirada de los paquetes frente a él.
- Hola.
Esa conocida voz se hace presente, es Jimin quien está a su lado, pero no contesta solo hace un movimiento con su cabeza a forma de saludo.
- ¿Acaso me estás siguiendo? –cuestionó el menor, tomando uno de los paquetes de ramen para fingir inspeccionarlo.
- Fue casualidad, y ya que te encontré aquí dije: por qué no hablarle, debe ser el destino. –Jimin cruzó los brazos sobre su pecho y encogió sus hombros, el pelinegro no pudo descifrar su estado de humor.
- ¿Ahora crees en el destino? –preguntó con ironía, dejando el paquete que tenía en sus manos de regreso a la repisa y tomar otro en su lugar, haciendo el mismo proceso de inspección que con el anterior.
- ¿No estás buscando un regalo para Taehyung?
- ¿Por qué buscaría un regalo para él? –su ceño se frunció casi de forma automática al oír ese nombre saliendo de la boca de Jimin.
- Su cumpleaños es pronto.
- Oh. –fue todo lo que Jungkook contestó, no quería seguir hablando de Taehyung con Jimin, se sentía incorrecto, quizás por todas esas palabras hirientes que salieron de la boca del mayor, el pelinegro lo había tomado como un ataque personal para su hyung, y tan solo recordarlo lo hacía enfadar.
- Veo que hoy tampoco estas muy hablador... -el menor sintió grandes deseos de contestar y decirle que prácticamente era todo su culpa, pero eso iniciaría una discusión innecesaria por lo que solo se encogió de hombros como respuesta.- Bueno, nos vemos por ahí.
Dicho esto el pelinaranja salió de la tienda, dejando a Jungkook suspirando, un tanto frustrado un tanto apenado, a veces se sentía superado por la situación.
Ya de regreso en su casa dejó las bolsas con las compras en la cocina, tal como su madre se lo había ordenado y luego se dirigió a su cuarto para terminar su trabajo, pero antes de volver a los estudios tomó su móvil para mensajearle a Yoongi.
Jungkook:
hyung, es cierto que el cumpleaños de Tae es pronto?
Yoongi:
Sí, es cierto.
¿Por qué?
Jungkook:
nada hyung, solo curiosidad~
qué día es exactamente?
Yoongi:
El 30.
Bloqueó su teléfono para juguetear con el entre sus dedos, aún tenía unos cuantos días antes del cumpleaños de su hyung, tenía tiempo para conseguir un buen regalo y preparar una sorpresa, después de todo, no dejaría pasar una oportunidad para impresionar al chico que le gustaba. Con una sonrisa instalada en su rostro dejó el móvil a un lado para regresar a su computadora, pero su mente ya estaba lejos del informe que estaba terminando de escribir, como siempre sus pensamientos terminaban de una u otra forma Taehyung, y eso solo le hacía darse cuenta lo fuerte que había caído por el azabache.
muchas gracias por seguir apoyando la historia, estoy tratando de actualizar lo más seguido posible<3
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Play with me | Taekook
Fanfiction[HISTORIA EN EDICIÓN] ««Es cierto que en el universo hay muchos misterios sin resolver. Para Jungkook el misterio más grande es el por qué su corazón se acelera cada vez que está cerca de Taehyung.»» ✿ Taehyung x Jung...