Play with me | Taekook

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El resto del día Jungkook estaba simplemente en las nubes, demasiado distraído y todo era culpa de Kim Taehyung, fue tanto que se ganó unos cuantos regaños por parte del maestro, pero no podía evitarlo, en su mente no dejaba de aparecer aquel castaño adorable. Cuando la hora de salir llegó el pelinegro ordenó sus pertenencias para ir a la practica de baloncesto, a pesar de que no había ningún torneo en las próximas fechas el entrenador no los dejaba descansar, para no perder la practica decía él. 

Ya en el gimnasio, y con todos sus compañeros reunidos, el entrenamiento comenzó. primero el calentamiento con unas cuantas vueltas alrededor de la cancha y ejercicios de estiramiento obligatorios para evitar lesiones, luego el entrenador los dividió en equipos para jugar, todo iba normal hasta que Jungkook sintió como era empujado por Jimin mientras este trataba de quitarle el balón, al principio creyó que se trataba de un simple incidente pero cuando esto se repitió por quinta, sexta vez supo que el contrario lo hacía a propósito, la siguiente ocasión que tuvo el balón en su poder y Jimin se acercó a él con la misma intención no contuvo su enojo y se paró de frente para encararlo.  

- ¿Cuál es tu problema, eh? -le dijo de golpe, su voz sonaba molesta, quizás fue eso lo que llamó la atención del resto.

- ¿De qué hablas? ¿Acaso me culpas de que no sepas jugar? -respondió el pelinaranja con una sonrisa burlesca en su rostro, Jungkook por un instante sintió deseos de golpearlo, pero se contuvo.

- De que haz estado empujándome todo el partido, si tienes algún problema solo dilo. -el menor dio un paso más cerca de Jimin, todo su cuerpo expresaba enojo, desde sus puños apretados hasta su ceño fruncido.

- Tu eres el único problema aquí. 

Jimin también dio un paso hacia delante, dejando sus rostros a solo escasos centímetros del otro, pero antes de que la pelea pudiera pasar a mayores el entrador se interpuso entre sus cuerpos separándolos.

- Ya basta. -habló el entrenador Park con voz firme.- Los dos se quedarán limpiando el gimnasio como castigo, ahora a las bancas.

En completo silencio ambos asintieron y se dirigieron a las bancas como se los habían ordenado, pasaron el resto del entrenamiento allí sentados solo observando a sus compañeros. Cuando ya todos se estaban marchando el entrenador les entregó los utensilios de limpieza y los dejó solos, no sin antes advertirles que estaría cerca para vigilarlos y evitar otra discusión.  En cuanto el señor Park desapareció por la puerta del gimnasio Jungkook pudo sentir a Jimin acercándose.

- Jungkook, lo siento. -el mencionado se giró para observarlo, esperando a que este continuara hablando.- Por hacer que te castigaran, pero necesitaba hablar contigo.

- ¿Y no pudiste acercarte como una persona normal lo haría? -le reclamó negando con su cabeza, con trapero en mano comenzó a limpiar el piso, estaba cansado y quería irse a casa lo más pronto posible.

- Creí que no querrías hablar conmigo... 

- No quiero. -contestó tajante el mayor, quizás aun estaba un poco alterado por la discusión.- Pero era mejor que estar castigado imbécil. 

- Bueno lo lamento ¿De acuerdo? Pero es lo único que se me ocurrió.

- Sigues igual de tonto como siempre, ¿Qué querías hablar?

- Sobre nosotros.

- ¿Sobre nosotros? Deja de actuar como si tuviéramos una relación, porque hasta donde yo sé tu eres cien por ciento hetero y además odias a los gays.

- Jungkook por favor... -la voz del mayor sonó quebrada, pero el pelinegro se negó a mirarlo.- Extraño a mi mejor amigo.

- Y yo extraño a mi mejor amigo también, pero al verdadero Jimin. -el menor dejó de limpiar para por fin observar al mayor, no supo descifrar su expresión.

- No lo entiendes, no puedo estar con Yoongi, mi padre me mataría. 

- ¿Y eso te da derecho a tratarlo así? ¿Tienes idea de cuanto a sufrido Yoongi hyung por ti?

El pelinaranja no contestó, solo se quedó con la cabeza gacha observando el piso por varios segundos, y Jungkook ya estaba harto de Jimin y su cobardía, de Yoongi y su silencio, de todo el drama, solo quería tener un minuto de tranquilidad y dejar de pensar en esos idiotas. Arrojó el trapero al piso y fue por su mochila que estaba sobre la banca más cercana.

- Me largo. -expresó ya con su mochila sobre su hombro.- Dile al entrenador que enfermé o algo. -dijo mientras caminaba a la salida, en ese momento ya no le preocupaba si después tendría más problemas, dejaría que el Jungkook del futuro se hiciera cargo de eso.- Y si realmente me extrañas deja de ser un completo cobarde y arregla tus asuntos con Yoongi, le debes al menos una explicación. -y con esto ultimo dio por terminada la conversación saliendo del gimnasio para largarse, al fin, a casa.

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