AmenazaWilliam
13 de febrero de 2079
El pecho de Astraea subía y bajaba acompasadamente a mi lado. La noche anterior habíamos vuelto de Fiji después de nuestra luna de miel.
Y hoy volvía al trabajo después de dos semanas de sexo, risas, sol y playa. Iba a ser duro, sobretodo con todo el trabajo que tendría acumulado.
Posé un beso sobre su cabeza y salí por la puerta de casa corriendo para no llegar tarde, sería un ejemplo pésimo llegar el último siendo yo el que exigía puntualidad.
Cuando llegué al comando todo estaba medianamente tranquilo. Comparado con lo que debería ser teniendo en cuenta las amenazas a las que estábamos expuestos. Los nuevos soldados habían finalizado sus pruebas y entrenamientos. Sorprendentemente solo habían expulsado a un par de ellos. Estaban perfectamente cualificados, eran el escuadrón perfecto para derrotar a la supuesta Dahlia negra.
Me metí en mi despacho donde aparecieron Carlos y Rahim a los pocos minutos.
—Ahí está—dijo el primero.
—El hombre que decía que prefería morir en el campo de batalla que casarse—se mofó mi mejor amigo.
Ambos se rieron y chocaron sus manos en el aire haciéndome rodar los ojos.
—¿Qué tal es tu vida de recién casado?—preguntó posando sus manos detrás de mi silla.
—No voy a decir que mejor de lo que creía—antes de que hicieran cualquier otro comentario levanté la mano—. Quiero los informes de estas semanas.
—Por lo que hemos recabado creemos que no les va lo de atacar. Les va lo de amenazarnos. Puede que se hayan quedado sin armamento—sugirió Carlos.
—No, no creo.
—¿Qué más podría ser?
—No estamos muy seguros. Sin embargo estamos buscando a Adrián Bertinelli sin descanso esta vez no se escapará.
Asentí mientras estiraban unos papeles sobre mi mesa.
—La primera vez que se le vio en Francia fue en Biarritz—ese pueblo estaba demasiado alejado de París como planear un ataque desde allá—. Hace 4 años. Desde entonces se le ha visto moverse cada vez más al norte en distintas localidades Francesas.
Empezó explicando Rahim.
—Su padre fue Francesco Bertinelli, quién falleció hace dos años y su madre Esme Bertinelli quien falleció dando a luz. A él suponemos. No creemos que tenga hermanos, pero si los tiene no hay registro alguno de ellos.
Me llevé la mano a la barbilla pensativo.
—¿Y que sabemos de su obsesión con la monarquía?
Rahim expandió fotos de lugares grafiteados y documentos por los suelos de las calles.
—No es una obsesión. Él es un liberal. Quiere que se revoque la forma de gobierno absolutista quiere que sea el pueblo quien vote. Quiere que la gente pueda tomar decisiones sobre lo que pasa en el gobierno. Quiere destruir las clases sociales—finalizó.
—Eso es impensable. Eso implicaría retirar títulos nobiliarios, riquezas, territorios. Es un disparate—me exasperé.
—El piensa que funcionaría si su causa fuera apoyada, si tuviera el apoyo de ciertos nobles podría llegar a ciertos acuerdos con ellos—respaldó Carlos.
Esto era demasiado estábamos al borde de que el pueblo se levantara contra la monarquía. No podíamos permitirlo la sangre que se derramaría en vano, no valdría la pena. Moriría demasiada gente. Supondría romper con la iglesia, sería decir que el rey no ha sido elegido por Dios...
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Resiliencia¹ (+18)
RomanceEn un mundo donde no existió la revolución francesa, ni la lucha por la libertad de las mujeres, ni los derechos del pueblo. Astraea Liv llega a Paris, a la casa de su tía. Su objetivo es claro, casarse y empezar una nueva vida. No le interesa tanto...