Orquídea

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Beige. Ese era el color del techo. Completamente beige y extremadamente alto. SeokJin siempre pensó que su amigo podría tener una jirafa de mascota si quisiera, cabría a la perfección sin tener que doblar su largo cuello. A lo largo del techo, de la parte donde la cama pegaba contra la oscura pared, había una hilera de lámparas empotrables y una lámpara de plafón en el centro. En las paredes no había absolutamente nada, ni siquiera un cuadro colgado de alguna pintura extraña, eso hacía que la habitación se viera amplia y fría. Sabía que a su amigo le gustaba lo minimalista y tener absolutamente todo ordenado, odiaba tener montones de cosas posiblemente inservibles colocadas sobre los burós que prácticamente estarían al desnudo de no ser por su celular, algunos libros, su lámpara que, al parecer de SeokJin, era inservible, una foto con su hermana y su indispensable taza con café que tenía grabado "El mejor hermano de todos", pero las paredes secas definitivamente necesitaban algo de adorno y un cuadro a su gusto no le haría mal. <<Debería regalarle una pintura de algún paisaje>>, pensó SeokJin al mirar la pared oscura que estaba detrás de la cama de su amigo. <<¿O será mejor una planta? Las plantas son vida y le darían vida a esta recámara tan falta de color>>, siguió mirando a su alrededor y se detuvo en la pequeña mesa circular que estaba cerca de la cama. Sobre ella había un libro que el castaño ya había leído anteriormente y estaba otro par de lentes bien alineados a un lado. <<Así que sí siguió mi recomendación>>, sonrió y se levantó de la cama para caminar hacia el mueble que estaba debajo de su enorme pantalla de televisión sostenida a la pared y vio los libros debidamente acomodados que tenía, sus bocinas en cada esquina, algunos cables, su Xbox y un par de fotografías. No había nada diferente a la última vez que se acercó a mirar. Todo seguía como siempre, incluso aquella fotografía en donde él aparecía y que su amigo siempre amenazaba con tirar, pero nunca lo hacía.

En toda la habitación se podía escuchar Just Another Girl, la canción favorita de YoonGi, a un volumen agradable. Y justo cuando el coro empezó, el pelinegro comenzó a cantar con un tono de voz bajo, pero suficientemente audible, haciendo sonreír a SeokJin.

All of my friends say I should move on
She's just another girl, don't let her stick it to your heart so hard
And all of my friends say it wasn't meant to be
And it's a great big world, and she's just another girl

Por la mente de SeokJin pasaba la posibilidad de que su amigo estuviera enamorado sin ser correspondido. Y le gustaría saberlo. Le gustaría saber sus sentimientos y sus pensamientos sobre aquella persona que posiblemente no le corresponde. Tal vez reaccionaba de la misma forma que Jimin, o tal vez, era completamente diferente. Sabía que el pelinegro había tenido novia en preparatoria. La chica era de estatura promedio, cabello negro, ondulado y largo, tez blanca como la de YoonGi, nariz pequeña y mucha clase para vestir y caminar. Siempre usaba maquillaje natural, pero ese sutil rojizo en sus labios nunca faltaba. Esa chica era casi una copia del pelinegro. Su actitud era bastante seria y fría, con la mirada decía si estaba molesta, sin embargo, era una chica bastante amable y agradable a la hora de hablar con ella. Ji-eun era amiga de SeokJin, él la llegó a considerar su mejor amiga, tanto así que, cuando su amigo terminó con ella, justo el día que iban a cumplir siete meses, la abrazó hasta que dejó de llorar y se quedó dormida. No volvió a tener contacto con Ji-eun después de graduarse porque ella se mudó a México. Y nunca supo realmente cómo se sintió YoonGi en ese momento.

SeokJin nunca hablaba sobre temas amorosos con YoonGi ni con nadie, realmente. Él era bastante reservado en ese aspecto. Sólo Jimin era quien tenía conocimiento de su absurda idea de buscar a alguien de quien enamorarse, y estaba seguro que sólo él lo apoyaba en hacerlo. Hoseok seguro le diría que era mala idea y YoonGi mostraría desinterés, cosa que al castaño no le servía de nada. Él necesitaba que alguien apoyara su idea de cometer la peor locura de su vida. Y es que enamorarse era una locura, ¿no? Llorar por terminar, pelear por desacuerdos, preocuparse de más, gastar dinero en regalos, sonreír como tonto, sentir una especie 'sana' de taquicardia, compartir bacterias, tener la mano sudada, sonrojarse, acostumbrarse a alguien y sentir... celos. Porque aunque uno no quiera y tenga toda la confianza del mundo, los celos van a existir. Escasos o extremos, ese horrible sentimiento se presenta cuando uno está enamorado. Y la locura de SeokJin era querer sentirlos.

Lo que es el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora