Mantarraya

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El avión había aterrizado. Hacía bastante calor en la isla. SeokJin agradecía haber decidido usar shorts y una camisa ligera para que el aire pudiera refrescarlo. A diferencia del mayor, el moreno traía puestos unos pantalones blancos colgados y una playera sin mangas. SeokJin no podía verlo a los ojos debido a que traía puestos unos lentes oscuros, pero podía sentir la mirada de su novio sobre él. Sin importarle aquello, el mayor decidió enviarle una foto a su mejor amigo, avisándole que ya había llegado sano y salvo, sin embargo, ese no era el mensaje que Jimin estaba esperando: «Ese no es el tipo de fotografías que pedí », contestó en segundos el menor. «No mandes nada a menos que sea una foto de NamJoon comiéndote la boca», fue lo último que SeokJin leyó de su amigo, además de la cantidad exagerada de emojis, pero... ¿Cómo esperaba ese tipo de fotos? Nadie toma de fotos en ese tipo de situaciones, sólo de deja llevar sin importar plasmar el recuerdo para la posible eternidad. El castaño sólo rió y negó antes de guardar su teléfono en el bolsillo y cruzar los brazos para seguir esperando al transporte que los llevaría al hotel.

— ¿Le avisaste a tu familia que llegaste bien? — preguntó NamJoon, quitándose los lentes para dejar ver su par de ojos verdes.

— Sí — respondió SeokJin —. Le dije a mi mamá que ya había llegado. Me dijo que disfrutara de mi viaje y que no le mandara mensajes a JungKook porque también salió con sus amigos y que no quiere ningún tipo de interrupción. Seguro ella ya le dijo a mi papá.

— Bien. Entonces no hay de qué preocuparnos. Sólo disfrutemos — aseguro el menor mientras tomaba la mano de su novio y esperaban al transporte que los llevaría al hotel.

•••

La espera no fue tan larga y el trayecto al hotel no fue tan largo. Tan pronto como les entregaron su habitación

— Sólo hay una cama — dijo SeokJin para sí mismo y luego se dio la vuelta para buscar con urgencia a su novio —. Sólo hay una cama — aseguró el mayor mientras veía a su novio reír.

— Eres mi novio. ¿Crees que voy a dejar que duermas lejos de mí? — respondió coquetamente.

— ¿Qué? — preguntó el mayor sin comprender del todo — ¿Vamos a dormir juntos? ¿Estás seguro?

— Parece que tú no.

— Yo... — intentó pensarlo, pero SeokJin borró todo tipo de duda — Yo estoy bien. Sí. Es la primera vez que me acostaré con alguien, pero estoy bien con ello.

— Vaya — dijo con asombro NamJoon —, yo sólo quería dormir, pero si estás dispuesto a más ¿por qué habría de negarme?

— ¿Qué? — cuestionó alarmante el mayor mientras sus mejillas se tomaban un color rojo intenso — No, yo me refería a dormir. Nosotros no haremos nada. No eso. Yo... Yo me refería a dormir. No a eso... Ya sabes, no.. eso. Yo..

— Sólo estoy bromeando — aseguró NamJoon mientras buscaba su ropa para cambiarse —. Pero te ves mucho más lindo todo nervioso — miró a los ojos a su novio y acortó las distancia —. ¿Debería hacerlo más seguido? — preguntó casi a punto de tocar los labios ajenos.

SeokJin abrió su boca para decir algo, pero ni una sola palabra pudo decir. Sus ojos se enfocaron en el par de verdes de su novio, como si fueran lo más hermoso de ver; como si fueran todo un tesoro incapaz de ignorar. La mirada de NamJoon era dominante, encantadoramente dominante. El menor tenía el poder de seducir con sólo mirar. Su mirada derretía y te hacía sonrojar. Aquel par de ojos tenían el control absoluto de la persona frente a ellos y, extrañamente, a SeokJin le gustaba la sensación que le provocaba tener la mirada de su novio sobre él.

— Me gustaría besarte ahora mismo — dijo NamJoon, bajando su mirada a los labios de su novio —, pero si lo hago, temo no poder parar — trató de alejarse, pero SeokJin lo impidió.

Lo que es el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora