Capítulo 4.

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[...]

El señor te está esperando en su oficina. —señaló hacia arriba— Pero no creas que te haz escapado de contarme que fue lo que pasó —sonrió pícara.

Gracias, Megan. Ya iba para allá. — respondióY no pasó nada.

Con un poco de dolor, subió hasta el último piso.

Entró al despacho. Y si ya le dolía el corazón, ahora le dolía más.

Lamento...

James inmediatamente se puso de pie. Al igual que la chica que estaba en su regazo.

-Señorita, Valentine -dijo él-. Disculpe que haya visto esto. Ahora leame los contratos que he dejado en su escritorio.

-Claro.

Se sentó en su silla y leía los contratos que había dejado su jefe. Pero podía ver de reojo aquella rubia que había visto en las piernas del castaño. Que supuso, podría ser su esposa.

-Te espero en la noche, mi amor -sonrió-. He preparado algo muy especial para ti -beso su cuello-. Adiós. Te amo.

-Allí estaré -sonrió-. Yo también te amo.

___________ pudo sentir un puñalada en el estómago. Pero se repuso y siguió en aquellos contratos.

Aquella rubia sonrió y salió del gran despacho.

-__________, ¿te sientes bien?

-Claro -sonrió con fuerza-. ¿Por que no lo estaría?.

-No lo sé, te noto un poco... extraña -su nariz se arrugó.

-Ahora hay tráfico y me he estresado un poco. Es todo -se levantó de hombros.

-¿Segura?.

-Totalmente, señor Maslow -volvió su vista al escritorio.

James, confundido, se sentó en su silla reclinable.

[...]

El día siguió. Y aun que, el sol estaba brillante y daba a Chicago una cálida tarde, __________ lo sintió como un día de lluvia y niebla.

Aún no terminaba de explicarse que era lo que pasaba realmente en su cabeza, en su vida... en su corazón.

Esas emociones no eran dignas de una secretaria para su jefe.

Después de haber acomodado su lugar de trabajo, __________ tomó su bolso y acomodó su falda.

-Hasta mañana, señor -abrió la puerta. Pero algo le impidió salir. O mejor dicho... alguien.

-No te irás así -forzó que ella se volviera a él -¿Qué te sucede?.

-¿No que no te gustaba ver que maltraten a las mujeres?.

En ese momento, James soltó el brazo de __________ y ella salió sin más.

[...]

-¿Qué ha pasado que traes cara de que viste un fantasma?.

-Casi -corrigió.

-¿Qué sucedió?

-James tiene esposa -la miró con tristeza.

-¿Y James es...? -preguntó confundida.

Vientre alquilado. | James Maslow |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora