➶ ໑ 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟖 ᘒ ꒦ 🜸

156 29 3
                                    

El dolor me da la bienvenida al despertar. Parpadeo varias veces antes de conseguir abrir los ojos por completo. El atroz dolor de cabeza rivaliza con el latido de todas las demás partes de mi vapuleado cuerpo, y tengo que volver a cerrar los ojos un largo rato antes de abrirlos de nuevo.

Me palpita el ala. Intento mover las finas membranas, pero un profundo dolor brota de golpe y se extiende por todo mi cuerpo. Había olvidado que estaban atadas. Me acurruco formando un pequeño ovillo y gimo de pena. Tras un instante respirando hondo, despego la mejilla del frío metal de la puerta de la camioneta. Luego levanto la cabeza y la sacudo, preguntándome si estaré despierto, si todo esto no será una pesadilla.

Capto un quejido cercano. Me doy la vuelta y descubro a Karina, pegada al rincón más alejado del vehículo. Me levanto con un gran esfuerzo, tan contento de verla que, durante un momento, el dolor no importa. Por lo menos estamos juntos en esta caja de metal.

-Karina... - Susurro, arrastrándome hacia ella, aliviado de que esté aquí. Ahora es visible, por supuesto. Sus ojos se clavan en los míos.

-¿Qué...? - Empiezo.

-¿Qué ha pasado? - Termina la frase ella. -Tú. Eso es lo que ha pasado: siempre tú. No me parece muy sorprendente que este fuera tu destino, pero no puedo creer que yo esté aquí también. Tú me has arrastrado a esto...

-Vamos a salir de esta. - Le prometo. Es lo único que puedo decir, lo único que puedo creer.

-Sí - Gruñe, y los puentes de su nariz se arquean con vehemencia. -¿Y cómo vas a conseguirlo?

-Yo ya he escapado de los cazadores en otra ocasión.

-Ah, claro. - Asiente con fiereza, y su cabello marrón arena se agita violentamente contra el tono tostado y neutro de su piel Draki. -¿Cómo? ¿Cómo vamos a hacerlo? ¿Cómo lo hiciste la última vez?

Jeno. Escapé por Jeno. Solo que él no está aquí ahora. He de encontrar yo solo la forma de salir de esta. Por los dos.

Karina llena el silencio con una voz inquietantemente inexpresiva: -Nos llevan a los Enkros. Ya podemos darnos por muertos.

-Eso no lo sabes. - Susurro, intentando en vano romper con los dientes las tiras de plástico que me sujetan las muñecas.

-Vamos, afróntalo, Jaemin. ¿A dónde si no vamos a ir... Vivos? No nos han matado. Es obvio que hay una razón para eso. Nos están reservando por algo. Nos están reservando para... Ellos. - Ellos. Los monstruos de nuestras pesadillas infantiles. Siento calor por toda la piel. Karina tiene razón. Lo sé de sobra. De eso viven los cazadores. Se enriquecen vendiendo a los de nuestra especie. Eso no puedo negarlo.

-¿Cuánto tiempo he estado inconsciente? - Le pregunto, devolviendo la atención a lo que nos rodea y centrándome en algo que pueda controlar, para valorar la situación en que nos encontramos y así poder trazar un plan. Aunque no hay mucho que ver, solo una diminuta ventanilla en lo más alto de la puerta trasera de la camioneta. Únicamente deja entrar la luz. No dejaría salir nada.

-No lo sé. - Me contesta Karina. -Yo me he despertado hace horas.

-Tendrán que parar antes o después. - Digo yo, más para mí miso que para ella.

-Sí, pues que paren. ¿Y qué? Esta puerta no va a abrirse hasta que lleguemos a donde nos lleven. Y en ese punto... - Añade, pero enseguida enmudece. Yo esbozo una mueca y suelto un leve respingo por el incansable dolor de mis alas atadas.

-No voy a darme por vencido. - Declaro. -Yo tengo fuego y tú puedes volverte invisible. - Le digo, tratando de animarla para que logre concentrarse en su talento y no ceder al miedo. -No hay razón para que nadie pueda con nosotros.

!  ׅ࣪  alma de niebla ׅ ࣪ nomin ✶ drakis [2] ~  ࣪ ׅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora