¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Últimamente eso de golpear la bolsa le estaba sentando de maravilla esos días.
Pronto Taehyung llegaría a su departamento, Bam se encontraba durmiendo y el se estaba entrenando, o mejor dicho, descargando todo lo que tenia en esa pobre bolsa, bolsa numero cinco, ya que había roto las anteriores.
No era por nada, pero desde que le regalo la maquina de conocer a Taehyung todo se volvió mucho más ¿colorido?, no sabría describirlo pues su "novio" a parte de seguir llamándolo esclavo, comenzó a comportarse mucho más cariñoso y aun que le hubiera gustado admitir que no le gustaba esa faceta, como buen perdedor podía gritar que le encantaba.
Por esa razón golpeaba la bolsa con entusiasmo ahora mismo.
Se saco la remera sintiendo todo su cuerpo cubierto por sudor, jadeo cansado de tanto golpear por lo que se aproximo a su botella de agua y tomo de ella con sumo cuidado.
Tenia que hacer algo con Taehyung y no es terminar con todo, si no de quitarle todas sus primeras veces, hacerlo sentir bien con su compañía, darle muchos regalos y mucho amor.
Aun que sabia que lo tenia enamorado, ahora solo deseaba poder besarlo, llámenlo como quieran pero aun que tuviera un plan en medio de todo, no puede no disfrutar de los besos del chico que misteriosamente lo llevan a otro nivel un poco más caliente.
¿Tendrá que ver con el tiempo en el que no tuvo relaciones sexuales con nadie?.
Joder, ahora se sentía como todo un adolescente hormonal.
¿Y si?...
El ruido de una bolsa caer al piso lo distrajo de sus sucios pensamientos, volteándose para ver a Taehyung con la boca bien abierta mirándolo con mucha sorpresa y ni hablar de la baba invisible que escapaba de esa boquita.
－Y-Yo... traje para-a que coma-comamos... s-si... eso－ balbuceo como pudo lo que quería decir, aun sin poder quitar sus ojos del cuerpo que se cargaba Jungkook.
Es decir, desnudo ya lo vio una vez, pero viendo la atmosfera del lugar, su apariencia recién entrenada y cubierta de un brillo brillante que le causaba el sudor, los guantes de boxeo, las venas marcadas notorias en sus musculosos brazos, ni hablar de la tableta en su abdomen, oh por dios.
Jungkook es sin duda un ser sumamente ardiente.
Y para el colmo el muy maldito sonríe de esa forma tan coqueta, tan encantadora como lujuriosa que inevitablemente le puso los pelos de punta.
－Veo que se te cayo al piso, ¿crees que sirva ahora?－ cuestiono con una ceja arriba acercándose lentamente al chico.
Taehyung se quedo plantado en su lugar, temblando cuando sintió al mayor muy cerca suyo desprendiendo el calor de su cuerpo que hace no mucho estaba en movimiento, por lo que soltó un suspiro con sus mejillas rojas cuando este se agacho a tomar la bolsa y dejarla en otro lado.
