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¿Jungkook sabia lo que hacia?.
No, no sabia.
Al principio si tenia en claro que lo quería, lo que deseaba, el quería ver a Seokjin sufrir.
¿Acaso no era eso lo que quería?, ¿enamorar a Taehyung y hacerle ver el infierno que el vivió?.
Jungkook, tenia en claro lo que debia hacer pero una buena parte de su tiempo se la dedicaba solo y exclusivamente a Taehyung, y no específicamente el lado malo, a el de verdad le encantaba pasar tiempo con el chico.
Solo que era muy tonto y no se daba cuenta que el se encontraba igual o más enamorado.
－Jungkook, es esa－ señalo Jimin quitando al pelinegro de la vista de su celular para observar lo que le indicaba su primo.
Le había pedido ayuda a Jimin para sacarle información a Taehyung y poder comprarle la maquina de cocer de sus sueños, obviamente implicaba mucha plata que el menor no podía pagar, pero eso no era un impedimento para el gran Jeon.
La maquina de cocer era muy linda, parecía tener todos esas cositas que Taehyung a veces le explicaba y le costaba entender, pero jamás le dijo cual era su maquina soñada, por eso Jimin sale en esta parte del plan.
－¿Seguro es esta de la que Taehyung te hablo?－ pregunto mirando detalladamente aquel aparato.
－Segurísimo, hasta es igual a la de la foto－ le enseño el chat que tenia con el ausente de su mejor amigo y novio de su primo.
－Entonces… está llevamos－ la llamo a la encargada con la mano, la chica asintió y recibió la tarjeta que el pelinegro le extendió para retirare a hacer los papeleos.
－¿Sabes algo, Jungkook?－ hablo el rubio mirando la disimulada risa que desprendía su primo cuando se llevaron a embolsar a la maquina －eres muy bueno…
－¿Qué?, ¿Por qué?－ miro a su lado con una ceja alzada, haciéndose el tonto con aquel cumplido.
－Sabes de lo que hablo－ rodo los ojos al saber lo que hacia el contrario －Taehyung, parece que llego a tu vida para darle color, mírate… hace mucho no te veo sonreír por alguien así－ se animo a decir.
Jungkook puso una mueca, ¿Cómo se veía?, ¿Cómo tonto enamorado?.
－¿Eso crees?－ pronuncio sintiéndose débil de la nada, sintiendo como una corriente de calor junto con los nervios se apoderaba de todo su cuerpo, ¿abrumado?, imposible.
－No lo creo, lo se－ sonrió mucho más en grande al ver la reacción del pelinegro, era gracioso, a kilómetros se veía lo vergonzoso que se encontraba con ese tema －Taehyung esta igual de tonto, se ve que te quiere mucho…
Entonces la sensación abrumadora no solo se intensifico, si no que también empezó a latir con mucha más frecuencia su corazón, los dedos del pie le picaban, solo porque escucho el nombre de su novio y lo tanto que lo quería.
