𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙤𝙨𝙘𝙪𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙 ✅

𝟴. 𝙢𝙪𝙨𝙘𝙪𝙡𝙤𝙨

𝐁𝐄𝐋𝐀𝐌𝐈

Jamás iba a poder olvidar ese olor.

Resultaba chocante puesto que conocía el olor de la sangre, el vapor que brota del interior de un animal cuando lo partes por las costillas, el sabor de la carne, la sensación del ansia en la garganta. Pero sólo había matado a animales a sangre fría. Esa era la verdad.

Vinnie estaba en la fiesta. De no haber sido por nuestra conexión, jamás hubiera podido saber de la masacre, y que él estaba ahí.

No había dejado de ser un asesino, el monstruo seguía dentro de mí, estar tan cerca de Jason me había hecho tener el control un poco, más de lo normal sobre mis impulsos, hace unas semanas el olor de la sangre humana en el aire habría despertado al monstruo y hubiese sido parte de ese asesinato. Aunque mis huidas a media noche para ir a visitarlo habían servido para controlarme.

Eran casi las nueve de la noche cuando sentí la enorme preocupación de Vinnie. El escalofrío me atacó, el temblor provocó al Demonio y sentí como luchaba por salir, sentí el ansia del hambre en mi hermano.

La música era lo que más se escuchaba. La cochera estaba abierta, había una mesa al centro de la habitación con botellas de cerveza, chicos muy borrachos, algunos tirados por el suelo sobre la mesa. El hecho era que había un completo caos en ese lugar. La mayoría trataba de escapar, de salir del interior de la casa, pudieran salir por la entrada principal o por la cochera, pero unos sostenían a otros, los levantaban del suelo para sacar a sus amigos heridos.

Entre a la habitación principal, la sala estaba a oscuras, solo con las débiles luces de colores que venían de algún lado del suelo. La habitación estaba caliente, la casa en si estaba caliente, el olor era una mezcla de alcohol y sangre que se estaba coagulando. Tuve que taparme la nariz para que el monstruo de mi interior se detuviera en su intento de huida.

La cocina tenía sangre que manchaba las puertas blancas de los muebles. Sangre que caía en charcos en el suelo con los cuerpos desconocidos tirados por el suelo... Los muros de la escalera tenían manchas de manos que se habían sujetado para tratar de huir, cuerpos que no lo habían logrado y sus restos estaban esparcidos por los escalones.

El temblor se hacía más fuerte, el ansia palpitaba en mi pecho como un corazón propio. Mire en dirección del pasillo de arriba y un montón de chicos salieron de una de las habitaciones, me empujaron al pasar y bajaron las escaleras en una oleada de gritos.

Aquello había sido una masacre como jamás antes la había visto.

Vinnie estaba en el suelo con la espalda recargada en una de las puertas del fondo sobre el pasillo. Sus ojos angustiados me observaron mientras me acercaba hacia él, tenía el pecho desgarrado con el río de sangre brotando de su cuerpo. Podía verlo, aunque sujetaba el resto de su piel con la mano.

―Estuvo aquí, ese demonio. Vino por Jason ―dejó salir como un gruñido.

― ¿Estas bien? ¿Qué fue lo que ocurrió?

Tire mis piernas a un costado de su cuerpo, lo rodee con el brazo para sacarlo del charco de sangre. Me abrazo con su mano para sujetarse y caminamos hacia una de las habitaciones abiertas del frente. Arranque los trozos de su ropa como añicos para ver las finas líneas donde las garras habían abierto los músculos.

―Algo cambió en él ―se quejó ―. Es más fuerte que la última vez que luche contra él. Es un maldito demonio salvaje, no le importo absolutamente nada y se transformó frente a todos esos chicos, masacro a la multitud sin importar nada...

― ¡Tenemos que irnos antes de que la policía llegue! ―Trate de ponerlo de pie otra vez.

―Jason está dentro del baño, creo que aún sigue vivo. No lo sé...