El nigromante [TRADUCCIÓN]

Capitulo 21

"¿Está muerto?" gritó un chico rubio con fuerza, rompiendo el silencio, y de inmediato decenas de personas comenzaron a murmurar y especular.

Joder, qué lío.

La mente de Harry se aceleró, analizó la situación y rápidamente se dio cuenta de que no podía explicarles a los oficiales del torneo cómo el dragón había caído muerto sin aparentemente haber lanzado una sola maldición. Pero espera, como acaban de probar los comentarios del chico rubio, la gente en las gradas en realidad no sabía con certeza si el dragón estaba muerto, al menos no todavía.

De inmediato, Harry usó una pequeña cantidad de sus poderes nigrománticos para darle una pequeña sacudida al cuerpo sin vida del dragón, como si la bestia estuviera inconsciente pero tratando de despertarse.

Inmediatamente, un fuerte 'Oooooh' resonó alrededor de la arena de los espectadores al darse cuenta de que el dragón no estaba muerto, pero de hecho podría despertarse en cualquier momento y quemar vivo a Harry, tal vez incluso con éxito durante su segundo intento.

Harry no perdió tiempo en ejecutar su plan original para secuestrar a un dragón vivo. El hecho de que el dragón ahora estuviera muerto no le molestaba ni un poco. Para eso eran los rituales de resurrección, si Rigel quería ser un dragón. O si no lo hacía, entonces Harry podría simplemente convertir al dragón en un Inferius. Con pasos confiados, Harry caminó alrededor del dragón en un gran círculo, inscribiendo las runas necesarias en la piedra para crear un portal que se abriría debajo del dragón y lo transportaría instantáneamente al patio trasero de Harry en Magica. También tejió algunas runas para un hechizo de conservación en el círculo, para que el cuerpo no comenzara a descomponerse. Y cada pocos segundos, Harry hacía temblar una de las patas o alas del dragón, como si todavía estuviera vivo, por lo que los espectadores no sabían lo que realmente había sucedido.

Antes de activar el portal, Harry colocó suavemente los huevos fuera del círculo, ya que no necesitaba un montón de dragones bebés. Crecerían y se convertirían en grandes dragones, con un gran apetito, y Magica no podía mantener suficiente ganado para alimentar a media docena de dragones hambrientos.

Recogiendo el huevo dorado, Harry salió del círculo y con un movimiento de su mano activó las runas. Al instante, un portal dorado cobró vida bajo el dragón sin vida y, sin pausa, toda la bestia cayó como si desapareciera en la nada.

Hubo muchos gritos de sorpresa provenientes de las gradas, pero Harry los ignoró y volvió a cerrar el portal desactivando las runas. Luego agitó su varita brevemente para eliminar las runas por completo. No quería que nadie se hiciera con una secuencia rúnica que abría un portal directo a la casa de Harry.

Los aplausos resonaron en la arena cuando Harry se fue con pasos confiados, a pesar de que su rostro todavía se sentía como si estuviera en llamas.

"Por aquí", dijo el sanador de la escuela, agarrando a Harry por el codo.

"¿Cuál es el daño?" preguntó Harry mientras la seguía a la tienda de primeros auxilios donde se sentó en el borde de una cama cercana.

"Quemaduras de tercer grado en la cara y la parte superior del cuerpo", dijo la sanadora mientras agitaba su varita sobre él. "Pero un ungüento para quemaduras lo arreglará de inmediato".

"Mi bisabuela inventó ese ungüento", dijo Harry para entablar un poco de conversación cuando el sanador regresó con un gran frasco de pasta verde. Charis MacMillan-Black.

"Qué bueno", dijo el sanador, abriendo el frasco. "Esa barba tendrá que quitarse para tratar su cara, Sr. Potter".

Harry la miró boquiabierto. "No."