El nigromante [TRADUCCIÓN]

Capítulo 43

Después de algunas proclamaciones más audaces sobre cómo iba a ver a Harry Potter arrojado a Azkaban de por vida por atreverse a escapar de Gran Bretaña y construir su propio país, Fudge salió furioso de la oficina de Dumbledore, con su sonriente lacayo rosa pisándole los talones.

"Fudge es un tonto", se quejó Barty mientras Moody, su ojo bueno entrecerrándose mientras su ojo artificial daba algunas vueltas sin rumbo fijo en su órbita. Bones puso los ojos en blanco de una manera que indicaba que ya estaba muy consciente de ese hecho. "No podemos arrestar al líder de otro país sin muy buenas razones. La ICW se comería vivo nuestro ministerio".

"Ah". Dumbledore se inclinó hacia adelante en su asiento, luciendo como si supiera algo que el resto ignoraba, el viejo engreído. "Pero el nuevo país de Harry aún no es un país reconocido oficialmente por la ICW".

"Harry dijo que estaban en el proceso de solicitar eso en la ICW", murmuró Tonks, pareciendo completamente confundida y un poco conmocionada por las reacciones extremas de todos. Severus se preguntó si ella tenía lo que se necesitaba para trabajar como Auror, y además como encubierto. Lo que había visto de ella hasta ahora en su trabajo no lo llenaba de mucha confianza.

"El papeleo puede perderse fácilmente, señorita Tonks", dijo Dumbledore con una risa divertida, los ojos arrugándose con evidente placer.

"¿Por qué?" Barty como Moody dio un paso más cerca del escritorio de Dumbledore y apoyó una mano retorcida sobre él para poder cernirse sobre el director. ¿De verdad quieres arrestar a Potter sin ningún motivo? Construir un nuevo país en aguas internacionales no es ilegal, que yo sepa".

Bones compartió una mirada de complicidad con Tonks, aparentemente ambos compartían el sentimiento de Moody de que no parecía haber una verdadera razón para perseguir a Harry Potter en ese momento. Severus estaba completamente impresionado de que Barty, como Moody, pudiera cuestionar casi todas las sugerencias de Dumbledore sin parecer fuera de lugar. Alastor Moody siempre había sido estricto con las reglas, sin importar cuán paranoico se volviera en su vejez. El verdadero Moody no toleraría a nadie, ni siquiera a Albus Dumbledore, eludiendo la ley para tratar de ver a un hombre inocente castigado sin motivos.

Las pobladas cejas de Dumbledore se fruncieron en un ceño genuinamente molesto mientras miraba a Moody. "Aparentemente, Sirius Black, un criminal convicto, anda suelto en el país de Harry".

"Sirius Black cumplió su sentencia", señaló Barty mientras Moody mostraba una sonrisa desafiante que atrajo aún más la atención hacia las profundas y desfigurantes cicatrices que estropeaban su rostro. "Fue sentenciado a ser arrojado a través del velo, y lo fue".

Dumbledore parecía no saber cómo responder a eso mientras se pasaba una mano por la barba. Entonces sus ojos comenzaron a brillar de nuevo. "Harry Potter es un nigromante autoproclamado, Alastor. Esa es la magia más oscura que existe. No se le debería permitir liderar a nadie, y mucho menos a todo un país".

Moody resopló y puso el ojo bueno en blanco mientras negaba con la cabeza. "Desprecio la Magia Oscura, como bien sabes, Albus. Pero al final soy un agente de la ley del mundo mágico británico. ¿Sabes cuántos países del mundo permiten la magia oscura? ¿Sabes cuántos líderes internacionales son los Magos Oscuros? Demasiados, eso es lo que pasa. Moody se alejó unos pasos del escritorio de Dumbledore, como para distanciarse de su viejo amigo y sus opiniones desagradables. "Me importa un carajo lo que alguien haga en un país extranjero, mientras no lo hagan en nuestras costas. Si Potter pone un pie en Gran Bretaña y realiza Magia Oscura, seré el primero en la fila para arrestarlo, pero hasta que lo haga, sugiero que dejemos al niño en paz". Y con un resoplido Moody se cruzó de brazos y le dio a Bones una mirada inquisitiva, claramente queriendo ver si ella estaba de acuerdo con él.