The only way to be free [Arcane] [Wattys2022]

➖ Capítulo dieciséis; Real

Una corta cabellera verde ondeaba en el gran túnel lleno de pequeños firelights, donde la chica se encontraba encima de la tabla robada, avanzando lentamente mientras miraba a los pequeños insectos volar a su alrededor. Le gustaban mucho; una de las razones por las que se tiñó su pelo de verde fue por ellos. Por alguna extraña razón, uno de estos insectos llegó hasta Piltover y ella pudo apreciarlo a través de su ventana cuando se encontraba encerrada en su habitación.

Le pareció algo mágico en aquel entonces; algo libre.

Levantó la mano levemente, intentando tocar uno, pero este salió volando, alejándose de ella.

— ¿Qué creéis que debo hacer? — murmuró Lilo hacia los pequeños insectos que iluminaban su camino.

Se encontraba pensando en si decirle a Ekko que había visto a Vi. ¿Cómo reaccionaría? Seguramente evasivo. ¿Se enfadaría si supiese que ella lo sabía desde esa mañana? Esperaba que no.

Aunque lo que no sabía la peliverde era que el chico ya sabía que Violet estaba viva, porque la habían visto con Jinx y una Vigilante, y ahora se encontraba encerrada en uno de los almacenes del refugio, al que ella se dirigía en ese momento.

Ekko estaba dando vueltas, hablando con algunas de las personas que habían estado allí para que fuesen a buscar a la peliverde. Porque necesitaba que ella estuviera allí por si las cosas se descontrolaban con Vi. ¿Y si ella había cambiado también? Tal vez Lilo podría traer a la vieja de vuelta.

Solo ella podía.

Pero no hizo falta que nadie saliese del refugio, ya que la peliverde había aparecido un rato más tarde. Antes de entrar en una de las habitaciones de interrogación, un pequeño cosquilleo recorrió la nuca de Ekko, haciendo que este, aún con la máscara puesta, se girara. Vio a la peliverde encima de la tabla, con la mirada perdida en el muro que tenían pintado mientras avanzaba.

— ¡Lilo! — exclamó el peliblanco, apoyándose en las barras que rodeaban el gran árbol formando pequeños puentes unidos al tronco. La chica se giró, viendo cómo este le hacía una señal de que se acercara. Esta obedeció; total, tenía que hablar con él. Fue un golpe de suerte encontrarle tan rápido.

— Tengo que hablar contigo — dijeron los dos a la vez, sorprendiendo al otro. Lilo se mantuvo de pie en la tabla, frente al chico. Apretó sus manos, nerviosa, para luego hablar: —. Tú primero.

El chico asintió, aceptando la palabra. Cogió aire y habló, agradeciendo que la máscara tapase su cara de nerviosismo y duda.

— Vi está viva — dijo atento a la reacción de la muchacha. Ella frunció el ceño, casi cayendo de la tabla de la impresión y asustando al chico. Este intentó cogerla antes de que se cayera, pero ella logró sentarse sobre la tabla, dejando sus piernas colgadas. Se agarró al borde con fuerza, intentando no caer, y se inclinó hacia él.

— ¿Cómo lo sabes? — preguntó estupefacta la chica, desconcertando al peliblanco. Como siempre, Lilo no dejaba de sorprenderlo.

— ¡¿Lo sabías tú?! ¡¿Desde cuándo?! — exclamó enfadado, quitándose la máscara para que la chica viese su cara de disgusto.