➖ Capítulo once; Lullaby to scare death

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Violet y Lilo habían salido de la habitación, dirigiéndose sin formular palabra al techo del edificio

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Violet y Lilo habían salido de la habitación, dirigiéndose sin formular palabra al techo del edificio. Solían ir allí cuando querían hablar a solas, por lo que no tuvieron que decir nada para saber qué era lo que debían hacer.

Las cosas siempre habían sido fáciles cuando se trataba de la otra. De alguna forma lograban entenderse, y aquello siempre les resultó reconfortante.

— Dímelo — habló por primera vez Lilo desde que llegaron. Se habían sentado en el borde del edificio, con los pies colgando en el vacío. Vi se mantuvo en silencio; no quería responderle, porque sabía que con ella se abriría y hablaría sobre lo que estaba a punto de hacer. Aunque seguramente Lilo lo suponía. La peliverde suspiró, cogiendo la mano que se encontraba en el regazo de la otra y dándole un pequeño apretón. Si ella no hablaba, le haría hablar —. ¿Recuerdas la primera vez que nos sentamos aquí juntas?

Y tanto que lo recordaba: en ese entonces apenas la conocía y le irritaba su presencia. Sin embargo, ese día descubrió otro lado de Lilo; uno que no había hablado hasta el momento y que fue el que le permitió conocer un poco más a la peliverde.

Violet asintió mientras jugaba con la mano de la contraria, nerviosa.

— Te pregunté nuevamente sobre tu pelo — añadió. Lilo sonrió al ver que se acordaba.

— Y yo te volví a repetir que mi pelo era mi prueba de que podía valerme por mi misma — miró nostálgica los edificios de enfrente —. Que era como mi reclamo por ser libre y poder cumplir mi sueño — se giró para dedicarle una pequeña sonrisa, a pesar de que la pelirrosa no la mirara —. Tú me dijiste que el peluche que le acabas de dar a Powder era una prueba de que tuviste que madurar antes por ella. Tuviste que afrontar muchas cosas a muy corta edad solo para protegerla — señaló unos cables que colgaban desde el edificio hasta el otro —. Que estuviese allí colgado era tu recuerdo de lo injusta que es la vida aquí abajo, y tu reclamo de que algún día cambiarás eso.

Vi sonrió tristemente al ver que Lilo se había dado cuenta de lo que estaba pasando. Le gustaba que la escuchara y le demostrase que le importaba; le hacía sentir bien. Pero en ese momento en su cabeza solo decía "por favor, no hables más. Si sigues, no podré hacerlo".

— Esa noche también te pregunté sobre por qué siempre sonreías; me irritaba mucho ver que te divertías tanto a pesar de vivir en esta ciudad — intentó desviar el tema, porque sabía a dónde quería llegar a parar la peliverde. Lilo se dio cuenta de ello, por lo que decidió seguirle el juego para que se relajara.

— ¿No lo sigo haciendo? Entonces estoy haciendo mal mi trabajo — dijo con burla, empujando levemente su hombro con el de ella. Vi se lo devolvió con una sonrisa apagada. Lilo hizo una mueca ante ello, apoyando su cabeza en el hombro de la contraria. Frotó su cabeza y cogió firmemente su mano —. ¿Recuerdas lo que dije?

Vi volvió a asentir, mirando sus manos entrelazadas. Las acarició con su otra mano, viendo la sangre que todavía descansaba en los vendajes de su mano.

The only way to be free [Arcane] [Wattys2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora