The only way to be free [Arcane] [Wattys2022]

➖ Capítulo doce; Please

Las aguas junto a los muelles estaban tranquilas aquella noche. El silencio reinaba en la vieja conserva mientras cuatro adolescentes caminaban por su tejado, buscando una entrada. Encontraron una ventana rota en el techo del edificio, por lo que les resultó fácil entrar. Tenían como objetivo salvar a su padre adoptivo y salir de allí cuanto antes.

Lilo tuvo un mal presentimiento al no ver a nadie dentro de aquel viejo edificio, pero no pudo decir nada, ya que los otros tres habían corrido hacia Vander. Chasqueó la lengua y corrió junto a ellos.

El hombre estaba atado de pies y manos en una silla, lleno de sangre y moretones, con la cabeza baja, cansado. Al escuchar ruido, escupió un poco de sangre y levantó la cabeza, encontrándose con la mirada grisácea de Violet.

— ¿Vi? — esta no pudo evitar tirarse sobre él, abrazándolo con fuerza al verlo vivo. Vander miró tras la chica, encontrando a Claggor y Mylo mirándole con una pequeña sonrisa, mientras que Lilo estaba analizando la habitación —. ¿Qué hacéis aquí?

— Liberarte — respondió con obviedad la pelirrosa, sonriéndole. Se apartó del hombre y miró al único que podía sacar a su padre de los grilletes —. Mylo.

— Voy.

Vi cogió la mochila que traía con ella, la cual había dejado en el suelo, y caminó hacia una esquina de la puerta. Mylo comenzó a utilizar su pequeña ganzúa en uno de los grilletes, intentando liberar al mayor. Vander miraba a los adolescentes, todavía sorprendido.

— La habitación al ser antigua y estar llena de humedad debe tener un punto de quebrado — murmuró Lilo, llamando la atención de los presentes. La chica se encontraba mirando una de las paredes —. Tiene que estar entre las juntas de los ladrillos, por lo que si rompemos ese punto, podremos crear una salida — era su turno crear la huida, por lo que no iba a quedarse de brazos cruzados esperando. Y menos con aquel mal presentimiento. Miró al chico de gafas —. Ayúdame.

Claggor se acercó, golpeando con sus nudillos con sutileza en la pared al igual que la peliverde.

— ¿Cómo habéis entrado? — preguntó Vander confundido —. Hay guardias por todos lados.

— Fue fácil. Encontramos una ventana abierta y... — la pelirrosa dejó de hablar al darse cuenta de su error. Vander les miró preocupado; si aquello era una trampa, esos niños no podrían salir de allí vivos.

— Tenéis que salir ¡Ya!

— ¡Bienvenidos! — una voz de fondo tensó a los cinco. Lilo, por acto reflejo, se colocó frente a Vander, montando su arco y una de sus flechas, poniéndose en posición de defensa mientras miraba el largo puente vacío a través de la tensada cuerda de su arco. Un escuálido hombre apareció, caminando con parsimonia y aplaudiendo pausadamente —. Mis más sincera enhorabuena — se paró al ver a la peliverde apuntándole. La miró atentamente, para luego seguir hablando —. Pero me temo que esta reunión será muy breve.