➖ Capítulo veinte; Monkey

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A la mañana siguiente, una pequeña explosión alertó a las personas del refugio, quienes, tensos, buscaron el origen de esta

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A la mañana siguiente, una pequeña explosión alertó a las personas del refugio, quienes, tensos, buscaron el origen de esta. Tras unos minutos, una de las puertas de las casas se abrió de golpe, dejando ver a una peliverde que caminaba a duras penas fuera de la habitación. Unas cuantas personas corrieron a socorrerla al ver cómo su cuerpo caía al suelo, pensando que estaba herida. Sin embargo, cuando le dieron la vuelta para verle la cara, su risa junto con su tos, hizo eco en el silencio que se había formando.

— ¡Lilo! — exclamó una de las chicas, indignada. Todas las personas que se encontraban alrededor de esta comenzaron a disiparse, acostumbrados a aquello. Solo se quedaron dos personas: la muchacha que acababa de hablar, Leila, y Will, un hombre de avanzada edad que había conocido a Vander tras la primera guerra contra Piltover —. ¡Ya sabes que es peligroso intentar hacer explosivos en el refugio! ¡Ekko te dijo que los hicieras en tu guarida!

— ¡Es que no pensé que explotaría! — se excusó la chica, levantándose con ayuda del hombre, el cual se mantenía en silencio, mirando disimuladamente que no tuviera ninguna herida; sin embargo, esta se percató de ello —. Déjalo, estoy bien — miró de reojo al hombre, el cual rodó los ojos y se alejó de ella. Lilo conocía muy bien las formas en las que la gente se acercaba a ella solo para comprobar si tenía alguna herida o no; estaba acostumbrada a que la tratasen con delicadeza, cosa que en el fondo le incomodaba. Entrecerró los ojos en dirección al hombre —. Para ser un hombre de pocas palabras, expresas mucho, ¿sabes?

Muchas personas en el refugio no estaban de acuerdo con Ekko en que aquella chica estuviese allí; muchos recordaban a Snake y, a pesar de que muchas declaraciones se desviaron de ella gracias a Vander, tenían cierto rencor a la chica, ya que seguían pensando que era ella. Lilo no lo tomó muy en cuenta, ya que solo iba ahí por su hermano adoptivo y por la comida gratis (o eso decía ella, ya que en realidad sí se preocupaba por esas personas).

Unos años más tarde del reencuentro de Ekko y Lilo, empezaron a aceptarla como uno de ellos y, aunque todavía había resentimientos, le tenían respeto a la peliverde. Aunque ella no lo supiese, fueron ellos quienes la comenzaron a llamar Guardián, ya que esta les protegía sin pedir nada a cambio.

La peliverde se espolvoreó los restos de polvo de su ropa, haciendo oídos sordos a la bronca que le estaba echando Leila en ese momento. Will la miraba divertido, sabiendo que ella no estaba prestando ni la más mínima de atención a pesar de que la rubia le estuviese parloteando. Lo sabía porque conocía perfectamente esa cara; su amiga Nana, quien estuvo con él en aquella primera guerra, siempre la ponía. Lilo decidió cortarla, poniendo una mano sobre su cara y empujándola levemente hacia atrás.

— Estaba intentando hacer un sistema de defensa para la entrada del refugio, Parrot. Si nos quieren atacar, mejor contraatacar nosotros primero — murmuró, entrando nuevamente a su habitación, la cual había quedado un tanto polvorienta. Los otros dos, los cuales eran los únicos que la soportaban (además de Ekko), la siguieron. Lilo hizo una mueca al ver que el aparato que estaba haciendo no funcionaría nuevamente y que necesitaba ir a su casa a recoger unas piezas que no tenían en el refugio—. Tendré que salir, ¿puedo contar con vosotros para cuidar al resto?

The only way to be free [Arcane] [Wattys2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora