Quince

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Diecisiete y dieciséis.

Terminada la cena, los dos jóvenes subieron a la habitación del menor, mientras los adultos se quedaban en la sala de estar tomando café y seguramente todavía hablando de cuando eran pequeños.

Los dos menores se encontraban acostados en la cama individual de la habitación, cada uno con su teléfono, hasta que el menor habló:—. No me contaste que te gustaba alguien, ¿por qué?

—No es nada importante —el pelinegro dejó de lado su teléfono.

—¿Cómo que no?, ¿por qué?

—Porque esta persona no siente lo mismo por mí —exclamó el mayor, sin saber de donde había sacó el coraje para decir aquello.

El menor lo miró con sorpresa, rápidamente se sentó frente a su amigo para verlo mejor, con confianza tomó las manos de su mayor, aún sabiendo que a éste no le gustaba mucho el contacto físico, pero esta vez no se negó. El mayor solo miraba el suelo, como si fuera la cosa más interesante del mundo, Jaemin susurró un suave "hey" para obtener la atención del contrario y así fue.

—¿Es un chico? —preguntó en un susurro.

El mayor simplemente asintió y volvió a bajar la mirada.

—¿Y como sabes que él no siente lo mismo por ti?

—Porque él me dijo que le gusta otro chico —suspiró el mayor—. Ya no hablemos de esto, por favor.

Jaemin se sentía mal por su amigo, nunca le iba bien con las personas que le gustaban y no le habían gustado muchas personas en su vida, el rubio se quedó observándolo por unos segundos hasta que lentamente se acercó al mayor y lo rodeó fuertemente con sus brazos, el pelinegro no rechistó y se dejó abrazar por su amigo.

Por otro lado, Jeno se sentía algo triste, pero aliviado a la vez, pues a pesar no dar nombres, ya le había contado a su amigo que le gustaba alguien y que ese alguien era un chico, era un pequeño avance, aunque sentía que retrocedía cinco pasos atrás al no poder confesarse directamente con el menor, a pesar de que sabía cómo terminaría todo.

—Así que, ¿Renjun es tu novio? —Jeno se clavaba el cuchillo por la espalda así mismo.

—No. Le comenté a mi mamá que me gustaba, ella se emocionó y comenzó a molestarme diciendo que él en realidad era mi novio, pero con Renjun solo somos amigos... —respondió el rubio.

—Deberías confesarle lo que sientes —el mayor quería golpearse a sí mismo, pero no sería un imbécil con su amigo, si a su amigo le gustaba otra persona, él no era nadie para impedírselo, debía apoyarlo—. Estoy seguro de que te corresponderá, todo el mundo te adora.

Jaemin le regaló una sonrisa.

—Mi amor es muy contagioso.

—En realidad, es como un virus.

𝘊𝘰𝘰𝘵𝘪𝘦𝘴 ─ 𝙉𝙊𝙈𝙄𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora