El dios sellado lamenta la pérdida de su juguete y la desesperación de Cale será su compensación.
Cale es enviado a otra versión del nacimiento de un héroe donde nada será igual que la primera vez, sin embargo, Cale decide asegurarse de que el dios...
Cale abre los ojos lentamente como un fuerte dolor punza su cuerpo, intenta moverse, pero el dolor y un peso en su pecho se lo impide, inmediatamente su visión aún borrosa es cubierta por 3 figuras de colores y cuyas infantiles voces sollozantes se agudizan.
- ¡Humano! *Sob* ¡Humano! Humano estúpido *Sob*
- Estúpido *sob* estúpido *sob*
- *sob* Estábamos *hic* tan asustados *sob*
Los tres niños se aferran a Cale mientras lloran fuertemente y él torpemente acaricia sus pequeñas cabezas con la intención de calmarlos. Después de unos segundos Cale se percata de otra presencia en la habitación, un hombre de ojos dorados sentado en lo que parece un cómodo sofá no muy lejos de la cama sostiene un libro abierto.
Cuando sus miradas se encuentran Cale no puede evitar tragar saliva por la frialdad de sus ojos, evitando su mirada Cale observa hacia el otro lado de la habitación y allí encuentra una mujer cuyo cuerpo está cubierto por una túnica negra, a pesar que su rostro está cubierto por la túnica, por alguna razón Cale tiene la sensación que está molesta.
"¿Pasó algo malo? aunque no parece que deba preguntar"
Poco después la puerta se abre de golpe y un hombre de edad ingresa a la habitación, en su mano lleva una taza de lo que parece ser té caliente. Cale lo ve acercarse hacia él y no puede evitar ver el parche que cubre su ojo derecho.
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- Ron, tu-
- Joven maestro, he traído su té, por favor bébalo.
Sin permitirle terminar lo que estaba por decir, Ron pone el té en las manos de Cale y un vapor caliente con olor a limón impregna su nariz haciendo fruncir el ceño instantáneamente. La sonrisa del viejo hombre, que estaba un poco rígida, se suaviza ligeramente unos segundos para volver a su habitual sonrisa benigna.
- ¡¿Por qué vas a llorar de nuevo?!
- Pero, cómo podría no hacerlo, hermana, acaso no escuchaste.
Cale escucha voces fuera de la habitación y luego ve dos personas de cabello rubio ingresar a ella.
- ¡Gracias a la diosa! ¡El joven maestro ha despertado! *sob*
- ... Aunque no luce muy bien.
- ¡Hermana!
Entre la emoción y las lagrimas Jack toma las manos de Cale.
