Tu felicidad

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De camino a Rain City la ciudad principal del Territorio Henituse, Cale no pudo evitar sentirse malhumorado, gracias a Hans, había una cuadrilla completa de los caballeros del Conde custodiando el carruaje, su plan de entrar al territorio sin llamar la atención fue un completo fracaso.

Cuando cruzó la puerta principal hacia la ciudad central, la vista hizo que palideciera, había una multitud de gente esperando su llegada, al igual que la vez anterior las noticias del incidente de la Plaza del terror se esparcieron como fuego, pero a diferencia, había mucha más gente esperándolo en esta ocasión, tal vez se deba a que participó activamente en la supresión de los atacantes.

"Que molesto, ¿Cómo olvidaron que soy una basura tan rápido?"

- Humano esas personas parecen muy felices de que llegamos.

- Así es, nya.

- Incluso nos están tirando flores, nya

- Solo ignoralos.

Luego Cale escucho algo que le helo la espalda.

- Mire por aquí ¡Joven maestro escudo divino!

"¿Uh? ¿Divino? ¿No era plateado? No es que me guste plateado, ¿pero no es la palabra divino un poco... exagerada?"

Cale tuvo un mal presentimiento y para arruinar más su humor, el vice capitán Hilsman se acercó al carruaje muy animado por el nuevo sobrenombre.

- Joven maestro, ¡no es grandioso!, las personas excepcionales tienen apodos excepcionales.

Cale le dio a Hilsman una mirada de disgusto y le cerró la ventana del carruaje en la cara.

Al llegar a la mansión Henituse, recibió una calurosa bienvenida de toda su familia que lo examinaba de arriba abajo examinando su estado. Luego de un intercambio de palabras con todos y después de asegurarles casi bajo juramento que se encontraba recuperado, pidió una charla a solas con su padre.

- Mi hijo, ¿has descansado bien como lo prometiste? escuche que desapareciste de repente.

- Solo fui a buscar un poco de alcohol por mí mismo en la madrugada.

Deruth decidió que lo mejor era no preguntar más al respecto, lo importante era que Cale estaba bien.

- Entonces qué quieres hablarme.

- Padre quiero que reconstruyas Harris villa y le des atención adecuada a lo que sucedió allí.

Sabiendo que fue debido al incidente de Harris Villa que Cale fue golpeado severamente por ese hombre de cabello negro, Deruth no pudo evitar asombrarse. Sin embargo, no refutó, ni indago al respecto.

- Está bien, le diré a Hans que se encargue.

- Supongo que ya lo sabes.

- Te refieres a ese misterioso poder premonitorio.

Deruth lo había escuchado de Hans, incluso del príncipe heredero cuando estuvo en la capital, confiaba en su hijo y sus acciones comprobaron la veracidad de tal hecho, aun así, seguía siendo difícil de creer. Sobre todo, se preguntó ¿por qué Cale?, le parecía un poder más problemático que beneficioso, así que no le agradadó que fuera su hijo quien lo tuviera.

- Padre, debemos comenzar a prepararnos para la guerra.

Esas palabras hicieron que Deruth mirara a Cale en shock. No había indicios de duda en su expresión, por lo que Deruth no tuvo de otra que creerle mientras tragaba saliva para aclarar su garganta y tratar de hablar con normalidad.

- Ya veo... ¿Cuánto tiempo tenemos?

- Un año, pero puede ser más o puede ser menos. Por favor, refuerza la muralla y fortalece la caballería.

- ...De acuerdo...hay algo más que quieras decirme.

- Hmmm... Creo que necesito algo de dinero.

Terminada su charla con su padre y después de recibir un gran cheque, Cale se desplaza a la ciudad a buscar su próximo aliado. En la elegante tienda de té, una sonrisa se dibuja en el rostro de Cale cuando se aproxima a Billos.

- Billos, el hijo bastardo de la familia Flynn, no crees que es hora de cambiar un poco las cosas a tu favor, si es así, espero que estés interesado en un socio de negocios.

Billos que acababa de llegar de la capital y había escuchado todos los rumores de esta persona frente a él. Se exaltó por las primeras palabras que le dijo, pero al terminar de hablar una codiciosa sonrisa se mostró en su cara.

- Joven maestro-nim, me complacerá escuchar de ese negocio del que quiere hablar.

Por último, en su apretada agenda del día, Cale se dirige a su habitación y saca un dispositivo de comunicación de entre sus pertenencias, "cortesía" del príncipe heredero y se dispone a usarlo con la ayuda del dragón. Pero antes de eso.

- Dragón.

- Si humano.

- Creo que necesitaremos un nombre con el que puedas presentarte.

- ¿uh? Eso significa que tú ya...

Las alas del pequeño dragón comenzaron a revolotear y sus grandes ojos lo miraron con indudable emoción y expectación.

- Tu nombre, tal vez no es la primera vez que te llamo con él.

- ¿No es la primera vez?

- Tu nombre será Raon... Raon Miru.

Raon tiene un recuerdo vago de haber escuchado esa palabra antes el día que conoció a Cale. En la cueva, cuando el desesperado hombre lo llamó al imaginar lo peor. Definitivamente le gusta cómo suena y le gusta más cuando es pronunciado por Cale, su entonación hace que se sienta cálido.

- Quiero que sepas que, en este mundo, esas palabras solo existen para ti, Raon. Son palabras que expresan mi mayor deseo para ti, felicidad... tu felicidad.

Felicidad, fue una palabra tan ajena al pequeño dragón hasta hace solo unos días, pero entonces llegó este misterioso hombre y por primera vez le dejó experimentar la verdadera alegría de estar vivo, si hubiese una palabra en el mundo que signifique felicidad para el dragón esa sería el nombre de esta persona, Cale, pero ahora su propio nombre también, casi se sentía como tener el mismo nombre que la persona que tanto atesora.

El agradecido dragón se acercó a Cale que estaba sentado en su sofá, se acomodó a su lado apoyando su cabeza en su regazo y cerró los ojos para evitar llorar. Cale, acostumbrado, puso su mano delicadamente en su cabeza escamosa y la acarició con afecto.

- Parece un buen nombre, así que voy a usarlo.

Un lugar cómodo para dormir, comida deliciosa, una familia, libertad y ahora un gran nombre; las listas de cosas que Raon recibió de Cale sólo se extendía.

Una vez más, pero nada es igualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora