6. Guía de entrenamiento

681 46 12
                                    


Se había recuperado, después de un mes, desde ese día empezaría a entrenar, no sabía como empezar, si tenía que encontrar a un cultivador o algo parecido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se había recuperado, después de un mes, desde ese día empezaría a entrenar, no sabía como empezar, si tenía que encontrar a un cultivador o algo parecido. Pues la respuesta vino más rápido que no tuvo mucho tiempo para pensar.

Sanemi Shinasugawa te enseñará todo los que debes saber.

Un día Oyakata sama vino a la finca mariposa y le dijo eso... iba a ser entrenado por el pilar que lo chocó contra el piso. No le agradaba para nada la idea, pero Oyakata sama dijo que no había cultivadores disponibles en este momento, que todos estaban entrenado a 1 o 2 futuros espadachines.

—Entonces... ¿Entrenaré con el pilar del viento?—preguntó Muichiro.

—No tienes otra opción supongo, el pilar de la flama está ocupado, pero Sanemi se ofreció como voluntario, dice que le hace falta un "tsuguko" Un Tsuguko es un Cazador de Demonio muy talentoso que ha sido designado como el sucesor de los Pilares, en caso de que ese Pilar se retire o muera.—informó Oyakata sama.

—Bueno... si no me queda de otra está bien, entrenaré con él.—El hombre enfermizo asintió con una sonrisa calmada, estaba seguro de que ese muchacho sería un buen espadachín.

—Mañana te llevaremos con Sanemi, entrenarás supongo, aunque el dijo que te llevara a la "montaña brumosa" exactamente para entrenar...

—Esta bien, yo descansare un rato mas si no le molesta—dijo nervioso.

—No te preocupes, hijo...—Muichiro volteó y lo miró, le había dicho "hijo", lo cual le recordó  a su padre. De la nada las lagrimas salieron solas, unos segundos después estaba sollozando intentando contener las lagrimas tapándose los ojos de vergüenza, y Oyakata sama le abrazó.

Ese abrazo era tan cálido y suave que no quería dejar de abrazarlo.

Luego se durmió, ese seguramente sería el ultimo día que descansara tranquilamente.

Y no se equivocaba.

Y no se equivocaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


En la mañana del día siguiente, se encontraba caminando, llegando al pie de la montaña indicada, suponía que debía esperar al pilar, que obviamente, no le caía bien...

Te protegeré nii-san [Kimetsu no yaiba]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora