Te protegeré nii-san [Kimetsu no yaiba]

39. Consejo Kamado

⚠Advertencia ⚠

Esta historia puede ser cómica pero tiene también momentos sangrientos además de unos momentos depresivos, si eres sensible a este tipo de historias, ¡No lo leas!.

Que un mal manejo podría eliminar mi cuenta y de paso esta historia, por favor, este es un aviso importante

—¡Nezuko, en el árbol! ¡En el árbol! —gritó el pelirrojo y de inmediato la chica corrió hacia donde había indicado, que buenos sentidos...allí habia un demonio,la muchacha saltó y le dió una patada a su rival.

Y mientras la nombrada Nezuko se encargaba del demonio en el árbol, el cazador se encargaba de la que se encontraba en la tierra, usando como pudo ver, la técnica de respiración del agua. Logró cortarle dos brazos a aquella demonio.

—¡Tamayo-sama! ¿¡Esos dos demonios son cercanos a Kibutsuji!? —preguntó el cazador de aretes hanafuda.

—Me temo que si

—¡Entonces definitivamente tomaré su sangre! —exclamó con total seguridad empujando su katana, listo para atacar.

Esa determinación...esa alianza con un demonio y la confianza en si mismo le recordaba a su hermanito, en parte.

Por lo que notaba en los movimientos del cazador, era aún un principiante, posiblemente sobreviviente a la reciente seleccion final.

Fue cuando un recuerdo se le vino a la mente...
Había escuchado decir del pilar del agua que había un chico que cargaba a su hermana demonio consigo, similar a la pasada situación con Muichiro.

Y si ellos eran aquellos chicos...
Entonces se trataban de los hermanos Kamado.

Estaban vivos y el mayor ya había dejado de entrenar y ahora formaba oficialmente parte de la compañía, claro pero aún era un inexperto. Aquellos movimientos no se comparaban a los que su hermano menor utiliza a en batalla.

Fue cuando se dió cuenta de lo superior que era hace un año, y ahora que Muichiro era un pilar se tuvo que volver aún más fuerte...era extraño.
No todos los hermanos menores superan a los mayores.

Pero eso en ese momento no importaba ,estaban en medio de un ataque. Por lo que se acercó a la Tamayo y Yushiro, esperando explicaciones y órdenes, no iba a hacer nada sin su permiso.

Yuichiro al ya casi regenerarse le dió indicaciones al cazador pelirrojo, y este a su hermana quien directamente fue a un árbol casi imperceptible donde se encontraba un demonio. Pero no le tomaban mucha atención a ello.

—¿Están bien?—pregunto Yuichiro agachándose y como respuesta tener el sentimiento de Tamayo—. ¿Esos son los hermanos Kamado?

—Si, lo encontramos cerca además también estuvimos cerca de Kibutsuji...