Te protegeré nii-san [Kimetsu no yaiba]

23. Transformación

El cuervo le estaba guiando a donde había ido el pilar de la llama antes de que desapareciese, cuando llegó no pudo ver absolutamente nada, solo  unos cuantos arboles alrededor, porque aún estaban dentro de los barrios de Japón.

Pasos pasos...

Muichiro desaceleró el paso, alguien lo estaba siguiendo.

Pasos pasos...

Miró hacia atrás pero no vio nada, el peli menta se puso alerta, pues alguien lo estaba siguiendo desde hace un tiempo.

Pasos pasos...

Desenvainó su katana mientras daba vueltas e intentaba detectar la presencia del ser.

Pasos pasos...

Al no encontrar a nadie comenzó a caminar más rápido, los pasos también se volvieron más rápidos.

Pasos pasos.

Estaba cerca, cerca, podía sentir su respiración...

Pasos pasos...

Se dio la vuelta apuntando al contrario quien no era un demonio.

- ¡¿Que hace usted aquí?! ¿Por que me sigue? -le reclamó Muichiro apuntando con su katana a otro cazador, este tenía un haori dividido, una parte roja y la otra con un patrón de cuadros verdes y amarillos, este cazador o mejor dicho pilar se llamaba, Tomioka Giyuu .

- Es curioso que no me hallas reclamado antes, como si yo no te molestara en lo absoluto -.dijo Tomioka, su cara era seria y a diferencia de Rengoku, este hablaba muy bajo.

- No te considero una mala persona, pero es extraño que me sigas, no lo hagas por favor -.le pidió Muichiro mientras bajaba la katana y la guardaba, además de que Yuichiro había salido de la caja y al parecer reconoció al pilar del agua, pues fue a abrazarlo.

Tomioka se sentó y empezó a hablar calmado -. Oyakata-sama me pidió que cuidara que tu hermano no atacara a humanos, ¿sabías que hay otro caso en el que un humano viaja con un demonio? La demonio se llama Nezuko Kamado, y ahora se encuentra en un estado de coma, ese caso se presentó casi al mismo tiempo que el tuyo, pero el de la demonio Kamado solo lo conozco yo, mi maestro y Oyakata-sama y ahora tú, los cazadores no confían en ti. Tal vez no lo sepas pero muchos hablan mal a tus espaldas...

- No entiendo a lo que hablas, todos los cazadores que hasta ahora conozco son realmente amables, solo se sorprenden cuando llevo a un demonio en mi espalda-.aclaró Muichiro adentrándose en el bosque pues no dejaría de buscar a Rengoku por estar hablando de lo que opina la gente, el pilar del agua lo siguió.

- No hablo de los pilares, hablo de los demás cazadores de la organización, tu caso es conocido por unos 30 cazadores aproximadamente, y el 80% de ellos han comentando que tu hermano es un peligro, y que tú también -.dijo Tomioka, Muichiro bufó mientras acariciaba la cabeza de su hermano mayor.