Te protegeré nii-san [Kimetsu no yaiba]

11. Demonios al rededor

Muichiro estaba corriendo entre los arboles, un no aparecía un demonio pero no esperaría a que apareciese uno, ya tenía un plan.

—Una idea para sobrevivir a la selección final, es evitar a los demonios a toda costa, descansar de día y seguir alerta por la noche —recordaba las palabras de Shinasugawa-sensei— otra, más tonta es pelearse con todos los demonios para hacerte más fuerte, lo cual yo usé, ya es tu decisión— siguió recordando.

Se iba a pelear con los demonios que lo enfrentasen nada más, se haría fuerte así y tendría más ventajas de sobrevivir.

—¡HUMANO!—gritó un demonio recién aparecido, y al momento lanzándose para devorarlo.

—¡RESPIRACION DEL VIENTO primera postura Torbellino de polvo—al instante los cortes que hacía dejaron noqueado al demonio u por fin pudo matarlo.

El demonio gritaba de furia viendo como Muichiro logró vencerle, Muichiro no decía nada aún.

—La katana que me dio Shinasugawa-san para matar a los demonios... los desintegra... no quedan rastros de ellos... por el daño causado ni los huesos quedan... es... triste—murmuraba Muichiro viendo como desaparecía el demonio.—realmente me he hecho fuerte...

Muichiro sollozaba de alegría, luego procedió a seguir su camino, se encontró con otros 2 demonios a lo largo de esa noche, llegó el día y al fin pudo descansar cuando escuchó un grito proveniente a solo metros de él ¿un demonio que ataca de día? se preguntó asustado Muichiro y cuando fué a ver, había un muchacho muerto con un corte en su cuello, hecho por una katana.

Sin duda había un humano que también mataba a los suyos.

FLASHBACK

—Niño... no todas las personas son buenas... encontrarás a muchas que te quieren hacer daño— habló Sanemi.

—¿Y que buscan matando a personas? —preguntó Muichiro, Shinasugawa respondió.

—Hacerse más fuertes...

FIN DEL FLASHBACK

¡Había un humano malo! debía estar atento incluso de día ¡era el colmo! pensaba Muichiro después de rezar por el alma del muchacho muerto.

Vino la noche, estaba casi sin ninguna nube de nuevo los demonios salieron de sus escondites.

Mataba a demonios, se le vino a la mente la idea de preguntar si había alguna forma de convertir a los demonios de vuelta a humanos, pero todos solo pensaban en devorarlo, "no había caso" pensó Muichiro triste, entonces escuchó un grito, no era la primera vez en la noche, otro demonio había aparecido.

—¡AYUDA! ¡POR FAVOR! —suplicaba una chica joven con ojos grandes de color marrón oscuro que se desvanecieron a un color más claro en la parte inferior y cabello negro hasta los hombros que llevaba recogido en una cola de caballo a mitad de camino, con algunos flequillos más cortos colgando sobre su rostro.—¡SUELTAME!—Le exigía a un demonio que era grande y verdoso, ese estaba a punto de devorarla cuando Muichiro llegó para salvarla.